Wyzangel López Lemaitre apenas tiene 11 años, pero cuenta que desde hace mucho tiempo juega fútbol.
Nunca le costó dominar la pelota ni conducirla, inclusive, como está en plena etapa de formación, la prueban en diferentes puestos, porque se amolda con gran facilidad.
Entre risas, dice que la única vez que se ha sentido nerviosa en una cancha fue al momento de concederle esta entrevista a La Nación, porque está acostumbrada al ver cómo su papá, Wílmer López, atiende con frecuencia a la prensa, pero ella no lo había hecho nunca.
Sus compañeras de la U-13 de Codea le decían que aceptara, pero Wyzangel lo pensaba. Media hora después tomó la decisión de responder las preguntas.
“Me gusta el fútbol porque mi papá me lo heredó, fue algo como natural. He visto mucho los videos de cuando mi papá jugaba con Liga Deportiva Alajuelense y fue como algo inmediato; viéndolo a él supe que me gustaba el fútbol y soy tan liguista como mi papá”, relató Wyzangel.
Al consultársele cuál es su puesto favorito a la hora de jugar, indicó: “es que el profe me pone en diferentes posiciones, pero la verdad lo mío es en la media, de izquierda o derecha, así como jugaba mi papá”.
Ni siquiera ella tiene claro cómo es que se percató de que el fútbol era lo suyo.
“Yo agarraba la bola y hacía lo mío, pequeñita prefería jugar con un balón que con cualquier otro juguete y no porque no tuviera, sino que yo era feliz pateando la bola. Veía esos videos de mi papá, pero también veía mucho a la Liga y es que desde muy pequeñita vengo al estadio”.
Contó que a su mamá, doña Zaida, al principio le daba miedo que ella fuera futbolista.
“Es que pensaba que iba a empezar a salir del país o cosas así, pero luego se percató de que el fútbol lo traigo en la sangre. Vamos a ver qué pasa, yo disfruto mucho jugar fútbol, me siento realmente feliz, pero es que también me gusta cantar y bailar. Mi papá y mamá me apoyan en todo lo que hago, cuando juego fútbol, cuando canto y cuando bailo”, mencionó.
Para 2020 cursará el sexto grado de la escuela y sabe que tiene que sacar buenas notas para seguir en el fútbol.
“Eso es lo que me dicen mis papás, que estudie mucho, que juegue mucho, que cante y que baile”.
Durante los partidos de Alajuelense Codea, Wyzangel siempre está en la cancha, como juntabolas, sin perder detalle de lo que pasa en la cancha y con la ilusión de algún momento ser ella la que esté ahí, con ese equipo, en la Primera División.
“A mí me encanta y me emociona estar de juntabolas y verlas, porque puedo aprender de ellas muchísimo, observando la técnica para aplicarla a mi juego y mejorar”, citó.
Wyzangel analiza lo que hacen todas, pero a la que más sigue por sus movimientos y su estilo de juego es a Shirley Cruz.
“Me gusta como juega, como se mueve, como corre, la velocidad y todo, es que es una futbolista completísima y yo quiero jugar así”, indicó Wyzangel, quien no oculta que está muy emocionada al ver el auge que tiene el fútbol femenino.
“Antes decían que era un deporte de hombres, pero ya todos sabemos que también es un deporte de mujeres, que a las mujeres nos hace feliz jugar fútbol. Yo había estado en el Complejo, también jugué con la escuela, estuve en la Liga, ahora con Codea y cuando uno hace un gol no le puedo explicar qué se siente, es una felicidad enorme”.
Ella está acostumbra a todo el ambiente futbolístico.
“Para mí es muy bonito estar siempre al lado de mi papá y ver el cariño que le tiene la gente, es algo lindo tener a mi papá como mi papá. Donde sea que vayamos, siempre habrá alguien que le pida fotos, ya sea aficionado de Liga Deportiva Alajuelense, de Saprissa, de Heredia, de cualquier equipo, o que ni siquiera le guste el fútbol, siempre hay alguien que le pide fotos y que le dice que lo admira. Ahí uno ve que el fútbol es más que un partido", acotó.
En el equipo de su categoría en Codea, ella tiene como técnico a Gustavo Alvarado, quien destaca que Wyzangel tiene mucha picardía con la pelota.
“Con la bola es muy técnica, es habilidosa, le gusta tener la bola. Generalmente juega por la banda izquierda, la he probado en punta por la derecha, pero tiende a jalar más por la izquierda y ahí es donde se desenvuelve mucho mejor. Para su edad, se le ven esos destellos que uno dice, ella es diferente y siento que vaya en ese camino es bueno, que siga con esa entrega en los entrenamientos y en los partidos", citó Alvarado.
Según su técnico, a ella no tiene por qué pesarle la sombra de su apellido.
“Lo que pasa es que está muy ligada al fútbol, es su hábitat natural. Su relación con las compañeras en general es muy buena. Yo siento que este auge para el fútbol femenino a ellas las motiva, porque vienen aquí y ven a Shirley, a Lixy (Rodríguez), a Priscilla (Chinchilla), a todas, que son sus ídolas. Eso hace que quieran estar ahí, que se esfuercen más, que no falten a entrenar, que la disciplina es lo primordial y que se esfuercen por llegar a donde están hoy quienes son sus ejemplos a seguir”, recalcó el técnico.
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