En medio de la pasión y muerte de Nuestro Señor, la Selección Nacional podría apartar cupo en la hexagonal camino a Rusia 2018 muy temprano gracias a su marca perfecta en el Grupo B.
La FIFA es atea y el Viernes Santo entrante el fútbol se abrirá un hueco en una jornada tradicionalmente dedicada a la reflexión y a los propósitos de enmienda.
En casa, en la playa, el campo o el destino elegido para pasar solos o en familia esos días diferentes, la Sele nos atrapará 90 minutos en un ejercicio pecaminoso del que esperamos salir bien librados.
No creo que El Señor se disguste con nosotros por seguir las incidencias del juego si llevamos los días previos como mandan la fe y el espíritu cristiano, así es que sumémosle a la fecha el objetivo de victoria.
Bajar a Jamaica en Kingston supondría nueve unidades y vía libre para la hexagonal porque nos quedarían dos juegos en el Nacional, una fortaleza en donde la comunión equipo-afición ha vuelto a la Tricolor invencible.
Los estelares están en la mente de todos y la duda germina en hombres y roles que podrían cambiar en función del estado en que lleguen figuras como Celso Borges, quien acaba de reincorporarse al Deportivo La Coruña tras su lesión sufrida en noviembre.
La columna viene aceitada, con un Keylor estratosférico en el Madrid, Pipo González inamovible en el Palermo, Duarte afincándose en el Espanyol y Bryan protagonista en el Sporting de Lisboa, en donde alterna goles con producciones convincentes.
Joel trae mayor rodaje que en otras convocatorias y, si bien Arsene Wenger volvió a marginarlo del equipo estelar en las últimas jornadas, llega con una cuota de continuidad que nos empuja a pensar en el peso capital de su zurda desequilibrante.
Los de la MLS sí inquietan al Macho porque la temporada apenas se inicia y ni Matarrita ni Venegas, dos hombres seguros en la partida en Kingston, llegarán con el ritmo necesario para imponer su juego en un duelo que imaginamos de fricción y vértigo.
Jamaica saldrá por el partido. Su técnico alemán Winfried Schäfer no cobra salario desde hace casi nueve meses en medio de una crisis administrativa que podría resolverse si triunfa y le devuelve al equipo la credencial de favorito que tenía antes de iniciar la fase de grupos.
A la Sele le bastó un rapto de inspiración para derrotar a Haití por la mínima y sacar una victoria muy táctica en el Rommel Fernández, con Pemberton en estado de gracia. La ilusión es crecer, alargar esos pasajes de buen juego y ligar otra victoria. Y rezar en Viernes Santo no estará de más.