Punta Leona, Puntarenas. En el cierre de la eliminatoria de futbol playa de la Concacaf, Costa Rica jugó ayer con la ambición, carácter y orden que no exhibió en los juegos anteriores, para anexarse un triunfo esperanzador de 3-2 frente a Estados Unidos.
El encuentro fue de mero trámite y enfrentó la realidad de un equipo eliminado la víspera del Mundial de Río de Janeiro, Brasil, frente a otro que ya había amarrado el pasaporte un día antes y presentó a su mejor plantel, para tener una despedida digna de su cartel mundialista.
Sin embargo, los ticos le salieron respondones ante el aliento de una pequeña pero entusiasta barra que colmó parcialmente el estadio de Punta Leona.
La modificación táctica del técnico Edson Soto fue reforzar el sector de laterales con elementos de mayor marcación, a diferencia de los que utilizó ante Jamaica, México y Canadá. El equipo, incluso, llegó diezmado a la contienda por las lesiones de Jeffrey Chavarría, Luis Nelson y Hans Morales.
El resultado de su estrategia evidenció que los estadounidenses no encontraron espacios para hacer sus movimientos y, por primera vez en el certamen clasificatorio, entraron en la desesperación.
El otro cambió efectivo de Soto fue el reemplazo del portero. Jonathan Mora lo hizo bien en los dos primeros partidos, pero el sábado ante Canadá se equivocó y no tuvo la seguridad que mostró antes.
Su sustituto, el corpulento Sheidron Graw, organizó el equipo desde atrás con mayor liderazgo, un saque más rápido y presencia física imponente para resolver los momentos de apremio.
Estados Unidos abrió el marcador por medio de Anthony Chimienti al 13’, pero Costa Rica presionó la salida norteamericana y Andrés Villegas aprovechó una jugada de Danny Johnson para el 1-1.
En el cierre los ticos se pararon bien. Roy Myers puso la ventaja del lado local, los favoritos igualaron al 30’ por medio de Ronald Silva pero en la siguiente jugada Wílberth Mora anotó el gol de la victoria.