El Fútbol Femenino de Costa Rica encontró una luz al final del túnel. Finalmente, las dirigencias se pusieron de acuerdo y dieron el primer paso para que la Unafut, por medio de un convenio, se haga cargo de la Primera División Femenina y del campeonato de alto rendimiento, como catapulta de los nuevos talentos.
Ante esto, es casi un hecho el regreso de dos equipos a una nueva Liga Premier Femenina: Saprissa y Herediano. Las moradas y florenses se sumarán a Alajuelense, Sporting, Dimas Escazú, Municipal Pococí y Chorotega. Además, cuando la Unafut tome el control del torneo, definirá un octavo miembro, que saldría entre los equipos de San Carlos y Cartaginés.
Las tibaseñas se habían retirado en enero pasado del campeonato, mientras que las florenses lo habían hecho a finales del 2023.
Todavía no se tiene una fecha de inicio del nuevo campeonato, ya que el mensaje de la reunión de este lunes a las 2 p. m. en el Proyecto Gol fue claro: “Vamos a hacer las cosas bien, aunque solo tengamos un solo torneo en la segunda parte del año”.
En la encerrona estuvieron presentes los representantes de la Uniffut (ente que rige la máxima categoría femenina), también los de la Unafut (Unión de Clubes de la Primera División Masculina) y el jerarca de la Federación Costarricense de Fútbol, Osael Maroto, quien lideró la conversación.
En el nuevo esquema, la Uniffut continuará controlando la Segunda División, la Tercera División y las ligas menores en todas las categorías, menos el alto rendimiento.
Una situación que no se descarta para esta primera temporada es que planteles como Herediano lleguen a algún acuerdo con equipos femeninos ya consolidados, como Coronado, Carmelita, entre otros, para utilizar estas estructuras y poner el proyecto a competir.
Luego de este primer campeonato, la idea es que la Unafut y la Federación reglamenten la Liga Premier Femenina con la clara intención de contar únicamente con equipos que tengan las condiciones adecuadas para competir.
Este fue uno de los puntos que, por ejemplo, Saprissa solicitó en su carta para regresar a la competencia femenina.
Gustavo Chinchilla, gerente general tibaseño, había dado a conocer que ellos tenían tres puntos prioritarios para regresar a jugar.
“Lo que tiene que pasar es esto, pero ojo, no es que nos estamos haciendo los rogados, es que queremos que el fútbol femenino se organice. Entonces, tiene que existir un plan claro con objetivos y acciones. Lo trascendental es aumentar la competitividad, tener la sostenibilidad financiera y la profesionalización. Queremos también gobernanza”, mencionó hace una semana.
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El control de esta Primera División Premier estaría en manos de la Unafut, pero con participación constante de parte de los equipos participantes.
De esta forma, el fútbol femenino comienza a ver la luz en medio de una tormenta que lo puso en cuidados intensivos. Sin embargo, desde la Federación propusieron la alianza con Unafut para la comercialización y mercadeo del torneo; una apuesta que en la Uniffut concluyeron este mismo lunes: “Si es para el desarrollo, pues adelante, que lo hagan”, se dijo en la reunión.
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El próximo jueves, nuevamente las dirigencias se verán las caras para llevar estos puntos a un acuerdo final, con el fin de, después de Semana Santa, trabajar a marcha acelerada para iniciar lo antes posible la competencia. Aunque también se dio un mensaje de paciencia: “Esta vez haremos las cosas bien, aunque tengamos que esperar”.