El futuro del fútbol femenino de Costa Rica, especialmente de la Primera División, pende de un hilo. La última esperanza para que el certamen se realice se discutirá el próximo lunes a las 2 p. m.
Una reunión entre las autoridades de la Uniffut, la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) y la Unafut (la unión de clubes de máxima categoría masculina) se llevará a cabo. En ella, el ente que actualmente rige la Primera División (Uniffut) escuchará la propuesta que tiene la Unafut para administrar la liga femenina. Esto, en principio, se haría bajo la figura de un convenio de colaboración.
La idea de entrada sumaría a planteles como Herediano, Saprissa, Cartaginés, Puntarenas, entre otros, a una Liga Premier Femenina, además de otras ayudas en temas como comercialización y mercadeo.
No obstante, la Junta Directiva de Uniffut también puede resistir la aceptación del convenio, situación que pondría prácticamente en jaque mate al campeonato nacional.
En un escenario de este tipo, La Nación conoció que la FCRF tiene claro tomar posesión de la Primera División Femenina, con el argumento de ‘ordenar’ una situación que ha dado señales inequívocas de crisis: equipos retirados, enfrentamientos entre dirigentes y reglamentos de competición sin aprobar por parte de la Federación.
Si esto ocurre y mientras la Federación prepara la competición, ya existe un plan ‘B’, que es la posibilidad de hacer un Torneo de Copa, el cual organizaría la Asociación Deportiva Liga Femenina de Fútbol (ADELIFE). Aunque esta situación también podría generar un enfrentamiento entre dirigencias.
Este diario sondeó el sentir de la junta directiva de Uniffut respecto a la posible propuesta de Unafut. En el órgano hay muchas dudas y tampoco un convencimiento que permita pensar que la Unafut podrá darle una mano a la temporada 2025 del fútbol para mujeres.
El primero en retirarse para la nueva campaña fue Saprissa Femenino, equipo que, ante la inacción de Uniffut en diferentes temas como la rentabilidad de la disciplina y la competencia, prefirió retirar a su escuadra y enfocarse en el trabajo de la liga menor.
“Ha sido una de las decisiones más difíciles que tuvimos que tomar, pero lo hicimos porque había que levantar la voz respecto a diferentes puntos”, aseguró Gustavo Chinchilla, gerente del Saprissa, hace unos días.
Seguidamente, Puerto Viejo siguió los pasos de la S. Por otra parte, otros equipos como Carmelita sí jugarán, pero han sido enfáticos en que viven con incertidumbre sobre cómo afrontarán los viajes que deben realizar para participar.
El lunes se tendrá claro si el campeonato nacional femenino se llevará a cabo o no. El futuro del fútbol femenino está en el aire; hasta hoy no hay claridad sobre si la competencia se realizará ni quién tendrá el control de la disciplina, aunque la Federación ya tiene clara su posición.