Kliver Gómez no buscó muchas explicaciones, él lo tenía decidido y no hace unos días, sino hace semanas, cuando comenzó a notar que jugar en el Saprissa sería muy complicado por más que se matara en los entrenamientos. El lateral derecho tenía claro que si quería volver al césped, para competir domingo a domingo, debía dejar Tibás.
Ante esto, el propio jugador fue quien se acercó al gerente deportivo, Sergio Gila, y le hizo saber que quería salir. No se iba por mala relación con nadie, simplemente era porque él tenía claro que ‘cada entrenador tiene su estilo y ve cuáles son los jugadores que más le pueden servir’, por lo que sobreentendía que con José Giacone era difícil que él tomara protagonismo.
“Yo solamente jugué 70 u 80 minutos, es muy poco”, reflexiona.
Si se va a los números, Kliver tenía razón. Previo a la llegada de Giacone, el Perro acumuló 663 minutos en el torneo regular, con Vladimir Quesada como DT, mientras que con Giacone solo actuó en 86.
“Creo que se apostó por un jugador como Luis Díaz, quien es un espectacular futbolista y una gran persona, y esto es normal... El fútbol es así. Ahora yo siempre mantuve mi mejor cara, mi profesionalismo y mi entrega, aunque sabía que no iba a jugar”, profundizó.
En el camino apareció una persona en la que él confió desde que lo conoció: Héctor Trejos. El presidente del Puntarenas F.C. le dijo, por medio de una llamada telefónica a Gómez, que lo quería en el proyecto porteño 2025, ya que el torneo que comienza en enero sería clave porque se juegan la permanencia en la Primera División.
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Los porteños son últimos de la clasificación con 15 unidades; el rival más cercano es Santa Ana con 20.
“La afición porteña está sumamente agradecida y yo estoy feliz de volver. Quiero invitarlos a que apoyen, arrancamos el 12 de enero contra Herediano y es fundamental que comencemos a recortar puntos. Las ganas de jugar yo siempre las he tenido, siempre doy lo mejor de mí, aunque quede fuera de lista, porque yo he aprendido que si uno se entrega a conciencia, pues en algún momento Dios premia”, puntualizó.
Con el Monstruo no hay resentimientos, porque primero Kliver tiene contrato hasta mediados de 2026 con la S, por lo que un regreso podría darse a inicios de ese mismo año.
“Honestamente, aprendí mucho, estoy agradecido con Saprissa, por ser la institución que es. Salgo porque quiero minutos, eso es todo. Ahora, me voy con la frente en alto porque hice las cosas bien, agradezco a la afición morada, porque la gente me reconoció mi trabajo. Conseguí dos títulos”, detalló.
Gómez respira y continúa: “Yo creo que el coraje, la entrega, pues siempre la vieron en mí y eso la gente lo agradece muchísimo”.
El semestre tanto para Kliver como para Saprissa fue complejo.
“Yo me quedo con cómo se portó la gente pese a que no anduvimos claros desde que comenzó el torneo, pero conforme fue pasando el campeonato fuimos agarrando el nivel, el Saprissa se transformó, al final no se dio, pero el esfuerzo fue muy bueno”, concluyó.
Kliver Gómez llegó al Saprissa en 2023, sale para 2025 en condición de préstamo, pero no descarta volver al Monstruo. Él simplemente quiere retomar confianza para que el modo Perro se active.