La idea de asumir la administración de Guanacasteca rondó la cabeza de varias personas, entre ellas Leonardo Cova, gerente del equipo pampero, y Ronald Freer, gerente general del Santos de Guápiles. A su vez, el gerente de la ADG negó ser inversionista del club.
En conversación con La Nación, Freer afirmó que no ha tenido vínculos con Guanacasteca, pero, según él, existió la intención de que una sociedad lo manejara.
“Hay una persona, bueno, creo que fue esa persona, que con algún motivo difundió un documento en el que aparece una sociedad anónima que se llama DMV, y ahí hay una repartición de porcentajes eventuales de la administración. Ese documento no es válido, nunca trascendió. ¿Qué quiero decir con esto? Era un documento como idea de promesa o una hoja de ruta de algo a futuro que no terminó de nacer”, explicó Rónald Freer.
El gerente de Santos comentó que el documento debía ser firmado por todas las partes, pero eso no ocurrió. Agregó que, tras revisar el reglamento, se determinó que el modelo no sería válido ante el departamento de licencias.
- ¿Usted conocía que Leonardo Cova tuviera la intención de adquirir a Guanacasteca?
- Yo conozco a Leonardo Cova. En algún momento se pensó en esa posibilidad, pero nunca se materializó. Comento lo que en su momento vi, y el documento nunca trascendió. Nunca pasó de ser una promesa; fue algo que no se firmó por todas las partes y no pasó nada.
- ¿Usted lo firmó?
- No sé si el documento que usted tiene es el que yo firmé, eso no lo sé. Ese documento no tiene validez, es como tener un papel de pan.
- ¿Usted puede garantizar que entre Santos y Guanacasteca no hay ningún interés?
- Yo le puedo garantizar que, desde mi participación, mi visto bueno o mi representación judicial como persona física o jurídica, no represento ningún conflicto de intereses. A mí me contrató Mauricio (Vargas, vicepresidente) como gerente general de Santos.

- ¿Cuándo vio usted que ese negocio no iba a fructificar?
Básicamente, al día siguiente de que no se firmó por todas las partes. Hubo cositas que dejaron de encantarme, el tema no trascendió y murió. Para que ese documento tuviera validez, debía existir una sociedad anónima posterior. La consecuencia de la promesa no existe.
- ¿Pero hay cosas que sí han sucedido?
- Yo desconozco qué pasó después de que se decidió no continuar con ese tema. Lo mantengo donde usted quiera. DMV es una sociedad anónima que diseñé para no hacerlo a nivel físico, pero la empresa no tiene un solo dólar en ninguna cuenta ni dinero producido por el negocio.
- ¿No cree que era mejor cerrar DMV para evitar conjeturas?
- Todo lo contrario. Si hago un finiquito, le hubiera dado validez al documento que no está firmado por todas las partes. No es un contrato, porque lo que se dice ahí es una promesa, un documento sin validez.
- ¿Hace cuánto empezó usted como gerente general, el club ya hizo pública su contratación?
- No sé si es algo que ahorita sea público, porque mi puesto no tiene que ver mayoritariamente con prensa. Empecé en diciembre.