La Habana, 15 oct (EFE).- Cuba recuerda hoy 40 años de haber ganado su primera medalla en unos Juegos Olímpicos tras el triunfo de la Revolución, en las piernas del velocista Enrique Figuerola.
El "Fígaro", como se le conoce popularmente al corredor cubano, obtuvo la medalla de plata en los Juegos de Tokio'64, el 15 de octubre de ese año, en los 100 metros lisos.
Figuerola daba así la primera presea olímpica a su país tras la llegada al poder del gobierno revolucionario, que encabezado por el hoy presidente Fidel Castro, derrotó la dictadura de Fulgencio Batista, el 1 de enero de 1959.
El velocista cubano realizó entonces un crono de 10.2 segundos, sólo superado por el representante de Estados Unidos, Bob Hayes, que logró una plusmarca mundial al detener los relojes en los 10 segundos exactos, según recuerda una nota de la Agencia de Información Nacional (AIN).
"La carrera final fue realmente muy viva por los resultados en las eliminatorias y semifinales. Hubo una gran rivalidad en la carrera y realmente se presentó Bob Hayes como no se esperaba", ha recordado el cubano, que trabaja actualmente con los jóvenes valores del atletismo de su país.
"Hayes realizó una gran carrera. Por mucho que aumenté la frecuencia, no fue posible emparejarme con él. Mereció la victoria. Siempre aspiré a conseguir el oro, pero no me fue posible", agregó.
Figuerola no ganó la plata por obra de la casualidad en la cita estival de la capital japonesa, pues ya tenía en su haber los títulos de las Universiadas de Sofía'61 y Porto Alegre'63, y la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Sao Paulo'63.
La medalla de plata en la denominada "prueba reina" del atletismo de Figuerola en Tokio'64 abrió la senda a la cosecha de otras 157 ganadas por la mayor de las Antillas después de 1959, de ellas 60 de oro, 48 de plata y 49 de bronce.
La historia reciente de la participación cubana en Juegos Olímpicos ha sido realmente exitosa, tras estar ausente en las citas de Los Angeles'84 y Seúl'88, por razones políticas.
Los antillanos se agenciaron el quinto puesto en los Juegos de Barcelona'92, el octavo en los de Atlanta'96, novenos en los de Sydney'2000 y undécimos en los de Atenas'2004, que los sitúa entre las primeras potencias deportivas universales. EFE
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