Según este informe encargado al abogado holandés Emile Vrijman, antiguo director de la agencia antidopage de su país, no existe ninguna prueba de que el siete veces vencedor de la prueba francesa consumiera sustancia prohibida alguna.
El informe acusa en cambio a la AMA de haber intentado desacreditar al corredor.
Ese organismo, presidido por el canadiense Dick Pound, presionó al laboratorio francés que guardaba las muestras de orina de la competición de 1999 para que identificara las mismas, siempre según las citadas fuentes.
La AMA se declaró "preocupada" por las conclusiones que se derivan de este informe, e insiste en "la cuestión de si las reglas antidopaje fueron violadas por deportistas". Armstrong, por su parte, se reconoció inocente a la luz de las novedades del caso, que califica como "caza de brujas".
En agosto pasado, Armstrong fue acusado por el diario francés L'Equipe de haber consumido en su primera victoria (1999) en el Tour la sustancia eritropoyetina (EPO), que entonces era indetectable.
La publicación se basó en muestras etiquetadas con códigos que fueron vueltas a analizar.
La UCI se lamentó porque el autor del informe lo filtrara prematuramente. Según la prensa holandesa, el mismo documento recomienda no adoptar medidas contra Armstrong y disculpa a la UCI de haber colaborado en la identificación de las muestras como pertenecientes al ciclista estadounidense.