Unas 600 personas que se habían ofrecido como voluntarias para trabajar de chofer durante los Juegos Olímpicos dieron marcha atrás en su decisión y a falta de dos semanas para el inicio del evento deportivo se desconoce cómo se trasladará a los atletas y organizadores en Sidney.
El diario australiano The Daily Telegraph informó ayer de la decisión de los voluntarios y alertó del problema planteado para la organización en vísperas de que comiencen a llegar los atletas a Sidney este fin de semana.
Por ello, la Autoridad para el Transporte y las Carreteras (ORTA, por sus siglas en inglés), encargada de dirigir el trabajo de los voluntarios, lanzó ayer una nueva campaña publicitaria para reclutar a nuevos conductores.
El primero de los choferes que dio marcha atrás en su decisión fue un hombre de Sidney, a quien no le gustó la idea de que en la ceremonia de clausura de los Juegos participen Drag Queens (grupo de travestidos), tal y como anunció la organización recientemente.
El resto de los voluntarios aseguraron que "se dejaron llevar por el entusiasmo", según el portavoz de ORTA, Paul Willoughby, y ahora consideran que tienen más obligaciones que satisfacciones por este trabajo.
Urgen brazos
Se necesitan 4 mil voluntarios para que funcione el parque automovilístico olímpico y en total serán unos 50 mil las personas que trabajarán de forma altruista durante los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
Entre las prohibiciones impuestas a los voluntarios destacan la obligación de prestar sus servicios al menos diez días tras someterse a un curso de especialización.
Además, no podrán pedir autógrafos a los atletas, hacerse fotos con ellos, fumar o consumir bebidas alcohólicas, comer ajo (para evitar mal aliento), y deberán cuidar su aspecto físico, con la prohibición de llevar piercing (aretes) en lugares visibles del cuerpo, según la normativa impuesta por el Comité Organizador.
A cambio, recibirán el uniforme olímpico, de color rojo para los servicios médicos, lima para los de seguridad, amarillo para los servicios al espectador, morado para los transportes y verde para los servicios técnicos.
No obstante, hay elementos alternativos para el vestuario que estarán a disposición de aquellos que por su religión o su tradición cultural los requieran.