Observar a los Bravos en la postemporada ya se hizo una tradición de octubre. El equipo de Bobby Cox lleva 14 presencias consecutivas.
Eso sí, tal cantidad de apariciones no se ha traducido en una generosa cosecha de títulos. Solo en 1995 Atlanta consiguió ganar la Serie Mundial; el resto, ha sido una historia de continuas frustraciones.
Este año les tocará enfrentar a Houston, que por segunda vez consecutiva captura el boleto de comodín. Los Bravos sacaron amplia ventaja en la campaña regular (cinco victorias a una), aunque la postemporada suele escribir su propia historia.
Ambos llegan con similar número de victorias (90 de Atlanta y 89 de Houston), pero los Bravos tienen la ventaja en número de jonrones, promedio combinado de bateo y carreras anotadas.
Es en la lomita donde Houston se muestra superior. Tienen la segunda mejor efectividad (3,51, frente a 3,98 de Atlanta), y sus lanzadores son una máquina de sumar ponches, con el inagotable Roger Clemens a la cabeza.
Roy Oswalt y Andy Pettitte acompañan al Cohete , en una de las mejores rotaciones.