PARÍS. AFP. La Premier League inglesa se convirtió en el campeonato europeo de futbol más atractivo en el período de transferencias, al tiempo que Italia se quedó solo en su resistencia a esa tendencia y España vivió un éxodo a pesar de las iniciativas del Real Madrid.
Como ejemplo de la supremacía inglesa, la mayor transferencia del mercado estival europeo fue la del ghanés Michael Essien, del club francés Lyon, cuyo traspaso al inglés Chelsea, del millonario Roman Abramovitch, costó 38 millones de euros.
Essien llegó al Chelsea un año después que el marfileño Didier Drogba, que costó 33 millones.
Además, Chelsea se alzó con el joven lateral izquierdo español Asier del Horno, por 12 millones de euros, en un movimiento que lo conduce a formar un verdadero equipo de ensueños.
Así, el canto de las sirenas inglesas se torna más y más atractivo, y el campeonato español, ya llamado "Liga de las estrellas", vivió una hemorragia que se completó con el retorno a Inglaterra del inglés Michael Owen, del Real Madrid, para jugar en Newcastle, por una suma de entre 20 y 28 millones de euros.
A eso se le suma la salida de Alberto Luque (Deportivo la Coruña), también con dirección a Newcastle, por 14 millones de euros.
Pero los ingleses escogieron por todos lados, ya que también compraron a Hleb, de Stuttgart (15 millones de euros, a Arsenal); Emré, del Inter de Milán (5,5 millones, a Newcastle), y Park Ji-Sung, del PSV Eindhoven (5,8 millones, a Manchester United).
La lista también incluye a Nuno Valente, del FC Oporto al Everton, el holandés Edgar Davids, del Inter de Milán a Newcastle, y el retorno de Hernán Crespo al Chelsea.