Alexandre Guimaraes disfruta el momento. El técnico costarricense del América de Cali clasificó al plantel cafetero a la final y la Copa Libertadores tras once años de amarguras, no obstante eso no lo desvela, sino que lo llena de confianza y ambición para el paso que falta para completar la historia: obtener el cetro.
El técnico mundialista con Costa Rica en 2002 y 2006 aseguró que mantiene su fórmula de ser basada en la humildad, aunque no esconde que conseguir logros que otros han obtenido se debe a la acumulación de experiencia y constante actualización.
-¿Cuáles son las sensaciones? Después de 11 años regresa América de Cali a una definición por el título.
Todos acá por supuesto que vivimos momentos lindísimos por la alegría de la afición. Hace mucho tiempo no tenían esa felicidad que da el fútbol, también ver la cara de los jugadores, alegra. Al final, los mismos futbolistas me plantearon al final del partido que hablara yo mismo con el presidente para venirnos de una a la concentración y no ir a las casas. Dos horas después de llegar a la final y conseguir el pase a Libertadores pues seguimos focalizados. Tenemos regocijo porque el jugador quiere más, está contento pero no satisfecho.
-¿Cómo evalúa la serie final ante Junior de Barranquilla?
A nivel profesional y personal pues quiero seguir siendo lo competitivo que he sido hasta ahora para tener posibilidad de ganar. Vamos a jugar contra el bicampeón que tiene un presupuesto superior, pero estamos ahí y vamos a ponernos bien los guantes, amarrarnos bien los zapatos y salir con la mente bien clara de lo que hay que hacer y con el corazón pegando a 180 por hora.
-¿Cuánto le ilusiona, más allá de lograr el cetro, el disputar una Libertadores y jugar en ese certamen clase A?
Lo que pasa es que más que probarse, yo después de los mundiales he andado por Asia y el mundo y he hecho trabajos tan buenos como este, sinceramente. Ganar la Copa del Golfo, comenzar un torneo con -6 puntos en China y quedar quinto lugar del torneo, al ganar la primer fase con el equipo de Mumbai... esas cosas lo que me dicen es que sigo manteniendo la capacidad de convencimiento sobre un grupo de personas sin importar las culturas en las que uno haya estado inmerso. Esto sin duda es muy bueno porque es llegar a Libertadores, incluso es ponerte en una plataforma donde muy pocos pueden estar, más con este club.
La dimensión de este club de verdad es una cosa que uno nota día con día. Poner a América de Cali en Libertadores pues te da un convencimiento y un satisfacción profesional enorme.
-En ocasiones se habla de un proceso, pero usted dio resultados con solo meses en el cargo. ¿Cómo se logra esto?
Es producto de preparación. Yo nunca he dejado de prepararme desde que terminé de jugar. Yo sabía que para ser entrenador de élite tenía que estar siempre buscando el conocimiento, tenía que estar siempre no contándome con lograr un objetivo, tenía que estar siempre abierto a estar hablando con otros colegas. Siempre he tenido buenos profesionales a mi lado, eso es importante. Yo siempre tuve claro, además, que esto era de tiempo. Otros han buscado caminos más cortos, pero imagínese que yo estoy consiguiendo esto a mis 60 años, cuando ya he pasado muchas etapas. Sé lo que es estar arriba, levantarse, caerse y no desanimar, siempre manteniendo una postura profesional integra.
-¿Este paso hace que su legado para el fútbol nacional este muy claro? ¿Cuál sería ese legado?
Yo diría eso cuando decida hacerme a un lado, pero si creo que uno ha intentado a través de este tiempo que los técnicos de Costa Rica tengamos la oportunidad de dar ese salto, para dar ese salto uno tiene que pasar por todos estos procesos. Después el legado o no, pues solo el tiempo lo dirá. Si me agrada mucho que entrenadores que fueron jugadores de uno han estado escribiéndome, felicitándome y pidiendo el rato para actualizarse por medio mío cuando regrese.
-¿Qué ha sido lo más emotivo de este pase a la final? La felicitación de Celso en redes fue muy sentida.
De él y su hermano, también de mi esposa. La familia siempre está. Anoche estuve hasta altas horas de la noche contestando individualmente los chats de felicitación. Ha sido impresionante. Es gratificante que al final de cuentas uno ha representando a Costa Rica y lo ha hecho bien.
-¿Considera que con lo realizado en Colombia y al ser el primer tico en disputar un título en América del Sur es el más exitoso de los estrategas nacionales?
Ustedes saben muy bien que yo soy de un perfil diferente, no soy de andar con el pecho inflado y mirando a la gente de arriba para abajo. Soy del perfil que me enseñaron desde niño, de mantenerse en las buenas y las malas con una postura de humildad y de querer aprender más, eso sea cual sea la situación que se está dando acá, pues es lo que más me interesa, continuar igual.
-¿Hay una ventaja al cerrar la final en casa?
Sí, por supuesto que sí, lo que uno ha visto acá en el Pascual cuando jugamos el cuadrangular, pues da ventaja. Con la energía de nuestra afición es otra cosa, debemos hacer un partido buenísimo para después planificar el juego del sábado entrante acá.
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