Alexandre Guimaraes ya rompió paradigmas en Colombia. El entrenador costarricense consiguió clasificar a América de Cali a la ronda final del certamen, ganó sonados partidos ante Millonarios, Atlético Nacional, entre otros, además renovó la ilusión de una afición golpeada y lastimada por una sequía de cetros que remonta su última gran victoria a 2008.
El técnico tico encargado de llevar a Costa Rica a los mundiales de Corea y Japón 2002 y Alemania 2006 asegura que hay clara satisfacción por el trabajo realizado, no obstante, el ir recolectando objetivos le permite ahora tener la ambición de imaginarse con el título.
El América afrontará la ronda de cuadrangulares del certamen colombiano con la intención de colarse en la final y, por qué no, sorprender a propios y extraños.
Guima habló con La Nación de su momento, el de su equipo y la primera temporada en territorio cafetero.
Consiguió la clasificación y además termina colíder... ¿Es un mensaje para lo que viene?
Aquí lo primero es que sí que cabe la cajonera respuesta que no podemos elegir rivales, porque si uno ve la tabla la diferencia del octavo al primero, son tres puntos. Siento que se vivirá una cuadrangular para todos muy reñida, hay que ver cómo responde el equipo al ser cabeza de serie. Tenemos una ventaja que al ser cabezas de grupo arrancamos de local y cerramos de local la fase, eso nosotros independientemente de quien nos toque nos favorece porque hemos sido fuertes como locales y solo un juego hemos perdido. Siento que ahora el equipo termina con confianza y recuperado gracias a la rotación que hicimos.
América ha sufrido mucho en la última década, al inicio había reservas de parte de la afición y el ambiente deportivo colombiano con su llegada.
La satisfacción profesional de lo conseguido hasta ahora es inmensa. Sabía bien que era un paso bravo, pero que si lo daba bien podía abrir muchas puertas que por X o Y circunstancias no se habían podido abrir pese a mi hoja de vida. El hecho de alcanzar la clasificación y de la manera que se consiguió te pone en el panorama. El impacto es global. Mi imagen, mi curriculum hacia esta área crece, porque lo que hice en Asia, en China o en India, han sido cosas muy buenas pero que no han tenido repercusión, porque uno entiende el eco de cada mercado.
Ahora los buenos resultados también te dan la certeza que lo que has ido haciendo en el tiempo lo has hecho bien. Eso te da las bases en un mercado dificilísimo como este. Al final creo que llegué en el momento idóneo a una zona que quería venir desde hace tiempo.
Desde afuera da la impresión que con usted al mando América da un salto o rompe el techo que tenía. Al menos se ve que está más cerca de ese ansiado título que antes...
Eso ha sido muy bueno porque te voy a decir, en el torneo pasado no hizo mal torneo, pero en este campeonato rompimos todos los paradigmas, le ganamos a Junior, ganamos en Ibagué, le ganamos a todos los equipos que clasificaron, al único que no le ganamos fue a Cúcuta... Rompimos mucha estadística, eso refuerza mucho lo que ha estado haciendo.
Es claro que la afición se ilusionó con el cierre del torneo. ¿Cómo afrontar el triunfalismo?
Todo el mundo sabe que lo que viene es mucho más duro, pero no he conversado con los jugadores, está pendiente. Quiero constatar un poco esa sensación. Recibir información de fase final.
Un torneo tan competitivo en el que ustedes pasaban de los primeros tres puestos al segundo bloque con solo perder un partido tendrá una fase final a muerte. ¿Lo imagina así?
Es una cajita de sorpresas, pero en la medida que se pueda reducir el margen de error, el que nosotros podamos repetir la intensidad de juego permanente, manteniendo el espíritu defensivo colectivo, creo que podemos competir. También estoy expectante de la afición, porque la información que tengo es que el Pascual Guerrero (casa del América) va a explotar, lo que me dicen es que en esta fase va a estar a reventar y yo sé que con la afición que te empuja demasiado tenemos otro plus.
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¿El torneo colombiano es el más competitivo al que se ha enfrentado en su carrera como técnico? Ha estado en México, Emiratos Árabes, China, Guatemala y Costa Rica, además de afrontar procesos de selección en Costa Rica y Panamá.
Yo diría que a nivel personal, realmente tengo muchísimo de no estar en un torneo así de competitivo, ni aún en México, cuando estuve a punto de entrar a la liguilla con Irapuato, no sentí que fuera tan intenso. Mis compañeros brasileños también están impresionados porque me comentan que la liga brasileña es muy cerrada, pero que sí existe una diferencia de los cuatro primeros con los otros seis. Ahora puedo constatar esto que por un lado es interesantísimo de vivir, también es súper intrigante saber porqué se vive a esta intensidad internamente, pero falta algo para ser más competitivos en la región.
Usted vive un segundo aire, se le nota realizado...
Lo que más me ha servido es reconocer que el gen competitivo sigue intacto. La posibilidad de la competitividad de este ambiente estando al frente de un equipo de tanta tradición y arraigo global, eso a mí me ilusiona.
¿Cómo afronta la presión, ambición, ilusión por el campeonato?
Cuando llegamos acá esa es la pregunta que se hace siempre. Nosotros ya logramos el primer objetivo que era estar en los cuadrangulares, ahora sigue el segundo, que es llegar a la final, pero siempre está ahí el campeonato. Esto es como una carrera de obstáculos para llegar al campeonato, el destino final es estar en la final y ganarla. Cuando estás al frente de esto, todo el mundo piensa en que quiere ser campeón, del dicho al hecho hay trecho pero ya hemos pasado camino.
*En Colombia la fase semifinal se compone de dos cuadrangulares, en este torneo los cabezas de grupo son Atlético Nacional y América de Cali, mientras que los otros seis equipos entran en una rifa para determinar su ubicación, la cual se realizará el próximo martes 5 de noviembre.
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