Con todas las ganas de "comerse el mundo", llega Andy Reyes al Pachuca de México. El joven de 18 años espera pulir sus cualidades en un club caracterizado darles forma a los talentos.
Reyes conversó con La Nación sobre esta nueva faceta como legionario, que se hizo oficial este miércoles luego de firmar.
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¿Cómo vive esta primera oportunidad como legionario?
Estoy muy contento, quiero agradecerle a Dios, tenía el sueño de jugar afuera y se me está cumpliendo, gracias a mis representantes de Futbol Consultants y a toda mi familia. Me toca aprovecharla y dar lo mejor en este tiempo que estaré acá. (El Pachuca aún no comunicó por cuánto firmó Reyes).
¿Esperaba llegar a un club con tanta trayectoria como Pachuca?
Es un gran equipo, es uno de los mejores de México. Ahora está en mí demostrar de qué estoy hecho, debo tener confianza y esperar la oportunidad. Quiero seguir adelante en mi carrera, vengo a romperla, como dicen popularmente.
¿Está en el Pachuca Sub-20?
Sí, esto es como todo, cuando uno llega a un equipo nuevo, tiene que comenzar de cero, depende de uno si lo suben en poco o mucho tiempo. Vengo a dar mi máximo esfuerzo.
¿Cómo toma esta oportunidad luego de quedar fuera del Mundial Sub-20?
Eso quedó atrás, luego de quedar fuera del Mundial no queda más que levantar la cabeza y seguir adelante de la mano de Dios. Me he venido superando y ahora estoy en esta linda opción. Ahora me toca escirbir una nueva historia.
¿Con 18 años, cuánto puede aprender en Pachuca?
Vengo a Pachuca, uno de los mejores equipos de México, el lugar perfecto para formarme, pulirme y sobresalir en el futuro. Primero Dios todo me salga bien.
¿Cómo ha sido esa adaptación en los primeros días?
Yo me traje todo de una vez, estoy en la casa club del Pachuca, así que todo en orden y con mucha ilusión.
¿Cómo es la casa club de Pachuca?
Es una casa normal, de tres pisos, viven bastantes compañeros, duermo con dos más y todo es de acoplarse y tener tolerancia entre los demás. Uno se adapta bien con ellos y al principio es incómodo porque no conozco a nadie, ya luego es como si nada.
La juventud y sus deseos pueden jugar a su favor o en su contra. ¿Con cuánta madurez toma este salto al exterior?
Uno se quiere comer el mundo, tengo la bandeja puesta y quiero cumplir todos mis sueños, llegar lejos aquí, ir a la Selección Nacional y ayuda mucho a mis papás. Eso sí, esto se logra con mucho trabajo, entrenamiento duro y mucha dedicación.
En ocasiones salen más jugadores al exterior de clubes grandes ¿Cuánto ayudó Carmelita?
En Carmelita me dieron la oportunidad de debutar y siempre estaré muy agradecido por eso, pero estas son puertas que se abren y hay que montarse en el tren de una vez; uno no sabe cuándo llega otra oportunidad.
¿Cómo le ha ido con la cocina?
Bueno, en ese tema estamos bien porque se desayuna y se almuerza en el club. La cena nos la dan cuando nos vamos luego del entrenamiento y nos la llevan en el bus.
¿Se siente como en casa?
Sí claro. He tenido tres entrenamientos y me he sentido muy a gusto, el grupo me saludó y me recibió de muy buena manera.