Keylor Navas llegó a España a mediados del 2010. En aquel momento, el jugador nacional solo quería debutar en segunda división con el Albacete, sin imaginar lo que el futuro le depararía. No obstante, de aquel Navas al actual hay características que no cambiaron y le permitieron competir al más alto nivel para llegar a la élite.
¿Cómo es competir con Navas? ¿Qué tan difícil es ganarle, deportivamente, al Halcón? ¿Cómo es la relación del tico con sus otros compañeros por el puesto?
La Nación entrevistó a dos competidores que estuvieron de tú a tú con el generaleño, en España, para entender lo que es enfrentarse al arquero tico por ser el guardián del arco de un equipo.
LEA MÁS: Keylor Navas tiene al entrenador de porteros que llevó a Thibaut Courtois a ser el mejor del mundo
Gustavo Munúa, portero uruguayo, con el que Keylor compartió las temporadas 2011-2012 y 2012-2013, declaró que la principal arma del centroamericano es su fortaleza mental.
“Primero que nada es una gran persona, un gran chico, con muchas ganas de crecer, de triunfar. Keylor desde el primer momento se notó que era ambicioso en querer crecer cada día, en cada entrenamiento. Además muy abierto al aprendizaje. Yo pienso que tanto para él como para su compañero —en este caso yo que pasé dos años con él—, la experiencia de la convivencia fue muy buena”, explicó.
Navas, con 25 años, ya mostraba que estaba para más en su carrera. De hecho, el charrúa no esconde que verlo entrenar era impresionante, porque tenía la capacidad de siempre poner el listón de exigencia en el más alto escalón.
El Halcón se lanzaba, se levantaba y volvía al césped en un abrir y cerrar de ojos.
“Se veía con mucha proyección, después estaba en él demostrarlo y concretarlo. Keylor tiene una gran personalidad, sus ideas están muy claras, él es un profesional de categoría. Ahora encontró posibilidades buenas que ha aprovechado. Navas te exige más y más concentración en cada entrenamiento, en cada partido, sobre todo por sus características de velocidad; en eso supera a todos, también en la concentración en el campo”, pronunció.
El otro gran punto que notó Munúa en el tico fue su capacidad mental para sobreponerse una y otra vez a la adversidad.
Cuando Keylor llegó al Levante debió esperar para jugar y el titular era el sudamericano.
“Yo siempre intenté mirar las virtudes para crecer en mi etapa de futbolista. Teníamos una competencia sana con excelente relación. El jugador siempre quiere jugar y en el puesto de arquero solo juega uno. En ese puesto el que espera está en una situación que tiene que saber lidiar con la espera, porque eso a todos nos ha pasado... Siento que hay una fortaleza de parte de él de saber llevar esa parte cuando le ha tocado, él continúa aprendiendo y eso se nota: cuando tiene su oportunidad, siempre está listo”, declaró.
Miguel Martínez es otro profesional del arco que tuvo que 'pelear' con el nacional por jugar, pero lo hizo en el Albacete.
En la campaña 2010-2011, Martínez y Navas coincidieron en el Alba y desde ese momento, el español, hoy arquero del Logroñés, notó que estaba ante un jugador diferente.
LEA MÁS: Las ilusiones brotan para Keylor Navas y el PSG
“En ese año pude ver lo que era capaz de hacer. A medida que fue creciendo, la gente decía cosas de él y cuando llegó al Madrid me preguntaban: ‘¿Tiene valía para ir al Real Madrid?' Acá sabían que era compañero mío y pues yo no lo dudaba. Mucha gente aficionada al Madrid me preguntaban si valía y pues bueno yo les dije que sí... Que él era un súper portero, completo en todos los aspectos. Yo creo que no me equivoqué y es un top mundial”, describió.
El recuerdo del cuidapalos sobre el nacional es de un devorador a la hora de competir, además de una gran persona dentro y fuera del campo.
“Yo aprendí con él a confiar y sacrificarme. En la parte mental es un monstruo, el mejor y eso lo ves. Como él entrena es como juega, su carácter es algo que como compañero a mí me dejó marcado y lo aplico en mi juego. En la relación día a día fue muy fácil estar con él, porque era una competencia sana, donde nos llevamos muy bien. De hecho, de vez en cuando continuamos hablando por WhatsApp; yo le escribo para darle el enhorabuena cuando tiene éxito”, dio a conocer.
Keylor Navas marcó a dos excompañeros en España, los exigió al máximo. Cómo compite el costarricense provocó que él llevara a sus contrincantes a subir una grada, mientras él continuaba creciendo en una carrera que no tiene techo definido.