Josué Mitchell partió a mediados del 2019 a Guatemala con la clara intención de revalidar su carrera deportiva. El ariete, figura del Pérez Zeledón campeón en el segundo semestre del 2017, buscó nuevos aires para así olvidar el trago amargo que le provocó una lesión que lo afectó a inicios del año pasado.
Una oferta del Cobán Imperial lo convenció y no dudó en tomar sus cosas e irse al país centroamericano, dejando atrás a su hija Amaya de dos meses y a su pequeño Josué de tres años.
La primer temporada fue dura para el futbolista, quien pese a las dificultades consiguió rendir con nueve anotaciones y dos asistencias.
“Tuve una ofensa de un árbitro, en casa, me hizo sonidos de mono. En una jugada vi que me hizo los sonidos de mono, se rió de mí y me sentí ofendido, hasta los jugadores de Xelajú se dieron cuenta, fue uno de los líneas, la verdad eso fue de los más feo que me pasó. También tuve una lesión en la costilla, me perdí como como siete partidos, pero aún así creo que fue un buen semestre”, admitió.
Mitchell desde un inicio supo reponerse a las dificultades, porque comenzó como suplente y se enfrentó a las críticas de la afición por el rendimiento que se vio en la pretemporada.
En los partidos preparatorios, el equipo perdió goleado con Jicaral 4 a 1, también con Metapán 1 a 0 y hasta el tercer cotejo logró ver la luz.
“La pretemporada fue muy dura, la afición se comenzó a meter mucho con nosotros, pero después llegaron los goles y listo. Aquí somos fundamentales Lauro Cazal y yo. Metí dos goles en pretemporada y eso me sirvió bastante”, confesó.
Los avances grupales se fueron viendo durante la campaña, al punto que Cobán era el principal favorito para alzar la copa, empero quedaron eliminados en semifinales a manos de Antigua.
"Aquí hicimos historia porque nunca habíamos clasificado de primeros, pero ahora lo hicimos con 41 puntos, nos enfrentamos a Antigua en semifinales, pero perdimos 2 a 1 con ellos y al final nos quedamos. Quedó esa espinita con nosotros, pero vamos a hacer el esfuerzo en la próxima temporada", dijo.
Un punto que ha debido superar es tener a su familia en Costa Rica. La esposa de Mitchell trabaja en el país y no puede dejar tirado su ingreso fijo.
“Lo más duro es dejar a mi familia en Costa Rica, mi esposa es fisioterapeuta y trabaja allá, mi hijo Josué Daniel tiene 3 años y Amaya 8 meses, y ellos vienen de vez en cuando a visitarme, pero no es lo mismo”, expresó.
El buen nivel del exintegrante de los Guerrero del Sur hizo que Comunicaciones preguntara por su futuro, pero él se mantiene al margen concentrado con Cobán.
Tampoco descarta volver a Costa Rica; recordó que Saprissa lo buscó en el pasado.
“Tengo buen rendimiento y algunos equipos se han interesado, como Comunicaciones, están viendo qué puede pasar, pero sigo enfocado en Cobán, quiero entregarme por esta camisa y luego veré donde sigo”, finalizó.
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