Douglas Forvis fue pieza clave para que el Real Estelí escribiera una página dorada en el fútbol nicaragüense. El arquero costarricense, nacionalizado nicaragüense, detuvo prácticamente todo lo que le llegó de parte del América de México, lo que contribuyó a que el Estelí triunfara 2 a 1 sobre los aztecas.
La única forma en que el América de México, conocido como el cuadro crema, pudo marcar fue por medio de un tiro libre desviado por Forvis, lo que provocó que el rebote fuera en mala dirección y permitiera a un delantero anotar.
Ahora, disfrutando de las mieles de una gran actuación, el arquero destacó que aprecia mucho el momento, especialmente por lo que ha sufrido en su carrera deportiva. Forvis ha enfrentado desde sus inicios una batalla constante con su peso, lo cual le ha costado oportunidades en equipos como Saprissa.
Muy joven, a los 15 años, el jugador vivió una primera decepción cuando hizo una prueba en Guanacaste.
“Yo era muy joven y me llevaron a jugar contra la U-17 y la U-20 del Saprissa. Llegaron ocho porteros y el que tenía menos pinta de arquero era yo, pero hice una asistencia y me fue bien la verdad. En ese momento, Kenneth Barrantes me dijo que yo estaba seleccionado y que fuera a entrenar con Róger Mora”, recordó Forvis.
Ya bajo el análisis del especialista, la conclusión fue clara: ‘se queda’. Ante esto, el futbolista debía pasar con Enrique Rivers, director de liga menor de la época, para formalizar su llegada.
“Le soy honesto, yo estaba muy pesado, entonces Rivers, al verme, me dijo: ‘Forvis, no te puedo firmar así, en diciembre te vuelvo a buscar’. Al final, me devolví a Guanacaste y pensé que no me iban a buscar otra vez, pero me puse a correr y logré bajar”, puntualizó.
Aunque la puerta en Saprissa se cerró inicialmente, luego se le abrió nuevamente, y él logró mantenerse en etapas de alto rendimiento, segunda división, y estuvo a las puertas del primer equipo.
“Yo estaba listo para firmar el contrato de Primera División, pero a los seis meses se hizo una reconstrucción y me dijeron que no iban a contar conmigo. Enrique Rivers me decía que yo sería el portero de proyección, pero tuve que irme a Liberia”, añadió Forvis.
El jugador enfrentó otro desafío en su carrera por el tema de su peso.
“En el último año que estuve en Santos no me fue muy bien, no jugué, y lastimosamente me descuidé mucho. Faltando dos meses para acabar el contrato, hablé con los directivos; me ignoraron. Cuando fue mi último juego con Santos, salgo del partido y veo la nota de que no seguía más en Santos, pero a mí no me habían dicho nada. Al menos pensé que me darían las gracias porque estuve cuatro años”, recordó.
Ante esta decepción, el guanacasteco afirmó que empezó a vivir una vida alejada del fútbol, en la que volvió a subir de peso y estaba totalmente decidido a no jugar más.
“En ese tiempo, la selección de Nicaragua había cerrado las puertas. Ya estaba buscando trabajo... y en eso, Carlos Mendieta de la selección de Nicaragua me contactó para hacer una prueba y, estando ahí, la gente de Estelí, el profesor Otoniel Olivas y Juan Barrera me llamaron. En principio llegaba por seis meses, pero ya ha pasado un año y medio. Aquí encontré que me valoraron, porque en Costa Rica decían que por mi peso me descuidaba, pero siempre he luchado con eso”, reflexionó.
Aunque enfrentó diferentes situaciones, Forvis nunca se sintió despreciado en el fútbol tico y también aceptó que muchas veces fue él quien no cuidó los detalles que conlleva el profesionalismo deportivo.
Douglas siempre estará agradecido con dos entrenadores que creyeron en él incondicionalmente: Johnny Chaves y Luis Marín.
“La diferencia es que aquí en Nicaragua no se me juzga por el peso. Me mentalicé para hacer lo mío, no tengo esa presión de que no me darán la oportunidad por mi peso. Aquí me dejan competir. Estoy lejos de mi familia, pero lo bonito es que confían en mí, algo que allá no hacían”, resaltó.
Sobre el juego contra el América, Douglas compartió que en Nicaragua hay una incredulidad por lo realizado.
“Ha sido una locura. Hemos ganado a todos los campeones de Centroamérica y ganarle al América fue algo extraordinario. Siempre nos han menospreciado, nunca nos dan como favoritos. De hecho, para todos los equipos a los que les hemos ganado, ha sido un ridículo, una vergüenza para ellos, entonces no nos valoran, pero nosotros continuamos luchando. Son jugadores top a los que enfrentamos, pero nosotros somos históricos y seguimos por esa línea”, describió.
Douglas revivió una conversación que tuvo con Byron Bonilla, volante que también tiene historia en Costa Rica. Bonilla fue el encargado de abrir el marcador contra los mexicanos con un penal al estilo ‘Panenka’.
“Lo conozco desde hace años. Es un jugador que está loco, porque hacer eso contra un portero seleccionado, hay que tener coraje”, acotó.
Douglas Forvis ha vuelto a encontrar motivación en el fútbol y está abordando el tema de su peso con una nutricionista, manteniéndose en un nivel que ya ha llamado la atención de clubes ticos.
“Deseo volver a Costa Rica. Algunos creen que aquí gano $20.000... Ojalá [risas]. Solo quiero hacer las cosas bien y que se abran las puertas que sean las mejores para mí”, finalizó.