Giancarlo Pipo González suma cuatro temporadas en la Serie A de Italia, en las que ha sumado 100 juegos con dos escuadras; sin embargo, el defensor nacional no considera que esté consolidado como legionario.
Pipo continúa con humildad afrontando cada reto, ahora defendiendo la camisa del Bolonia, y aunque está feliz por su centenar de cotejos en la tierra de la pasta, el zaguero es claro en que la adaptación en que no todo ha sido color rosa.
González afrontó un descenso con el Palermo, en la campaña 2016 - 2017, situación que representó un gran aprendizaje.
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“El momento más difícil fue el descenso, obviamente no fue fácil, pero me dejó muchas enseñanzas. Con esa experiencia aprendí a valorar el día a día, también a trabajar con las cosas que tengo acá. Mi momento más gratificante pues creo que es el que vivo con el Bolonia por como estamos desarrollándonos”, manifestó.
El Bolonia ocupa la posición 13 de la clasificación con 30 unidades y se encuentra a 13 puntos de la zona de descenso.
Giancarlo ha sido muy regular en todas las temporadas que ha tenido en Italia, y la que menos tiempo actuó fue la primera con 1.430 minutos.
El segundo torneo consiguió 3.138 minutos, en el tercero 1.660 y en la actual tiene 1.430.
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“Como que el fútbol italiano va con el Pipo, es algo que ustedes ven o la gente puede analizar. Mi compromiso es disfrutar lo que hago de la mejor manera posible, sumo cuatro años y Dios sabe cuanto más. Espero que Pipo siga creciendo por mi bien, de mi familia y de la Selección si me toman en cuenta”, destacó.
La clave para el bueno rendimiento del nacional es su convicción. El defensor contó que la confianza en sus condiciones es vital para sobresalir en el más alto rendimiento.
“Nunca he aflojado, yo he creído en mí, he tratado de dar lo mejor de mi persona. Siento que el trabajo profesional me dio regularidad, gracias a Dios los técnicos me han valorado y he llegado los 100 partidos”, expresó.
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El exjugador del Palermo añadió que vive su etapa más madura como jugador y persona.
“Siento que estoy en una buena edad para el fútbol, los mejores años son de los 28 a los 33, yo me siento más maduro, trato de ver lo positivo y tomar las mejores decisiones en los diferentes momentos. Diría que estoy agradecido con Dios por donde me tiene hoy en día”, finalizó.