Vivir lejos del hogar, adaptarse a otra cultura y ganarse el puesto en un equipo europeo suele tener una dificultad adicional para el jugador tico: el idioma. Ian Smith no lo entendía así hasta que ahora, en Suecia, agradece tener no solo potencia y velocidad, sino también el inglés aprendido casi con desinterés.
No son pocos los que han padecido donde el español sirve de poco, incluyendo a Bryan Ruiz. "Tuve problemas de idioma, lo cual dificultó mi adaptación", reconoció alguna vez el capitán de la Selección, recordando su llegada a Europa para la temporada 2006-2007, fichado por el Gent de Bélgica.
Ian Smith, en cambio, lleva terreno adelantado. A sus 19 años, este oriundo del Caribe, destacado en selecciones menores y con el Santos, no tiene problemas con el idioma.
A su corta edad, eso le ayuda a convertirse en uno de los jugadores con más proyección a nivel internacional, pese a salir de la cantera del Santos de Guápiles y no del Saprissa o Alajuelense. De hecho, el viernes pasado tuvo su primera práctica con el IFK Norrköping de Suecia, su nuevo club.
Desde que era un niño, sus padres José Smith y Maribel Quirós se empeñaron en darle las mejores condiciones académicas y por eso lo metieron a estudiar en la escuela privada San Francisco de Asís de Guápiles.
Ian comenzó a familiarizarse con su segunda lengua y terminó de aprenderla en el Liceo Experimental Bilingüe de Pococí. Smith es sincero y acepta que aprendía por obligación, pero hoy agradece a sus padres la oportunidad que le dieron.
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En su primera conferencia de prensa en tierras suecas, el tico demostró su profesionalismo y respondió las preguntas en el idioma aprendido en su niñez y adolescencia.
“Yo antes no veía la importancia de esto, pero la verdad es que estoy tan agradecido con mis papás por la educación que me dieron porque de verdad que a uno le facilita la adaptación poder comunicarse con fluidez. De verdad que yo le diría a los que están comenzando su sueño que también piensen en estudiar porque eso también ayuda a abrir las diferentes puertas”, valoró.
La nueva aventura en el exterior llega con muchos retos para el exsantista; por ejemplo, será la primera vez que enfrente los retos de vivir solo.
Alistarse su ropa, lavarse sus implementos para entrenar, pero sobre todo cocinar son las nuevas tareas que tendrá que superar.
“Yo me la juego en la cocina, algo sé hacerme, sobre todo pastas y ese tipo de cosas, por lo menos espero sobrevivir”, confiesa entre risas.
Smith es el único hijo de la unión compuesta por sus padres. Para doña Maribel no fue sencillo aceptar que su pequeño partiera de casa en busca de su sueño europeo.
Ya el defensor había estado un año en Suecia; no obstante, cuando fue al Hammarby, en 2016, una familia le dio posada, debido a que era menor de edad.
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“Yo sé que uno es el chineado de la casa, a mi mamá le costó un poco y siempre hay nostalgia, pero es parte de las cosas que hay que enfrentar. Yo estoy muy seguro de estar acá y sé que ellos me apoyan”, dijo.
De momento, su principal apoyo en el Viejo Continente es su representante José Luis Rodríguez, quien se encuentra ayudándolo para que quede bien instalado.
La motivación por estar en Europa puede más que los constantes fríos que debe enfrentar a la hora de entrenar y jugar. El costarricense ya practicó en una cancha bajo techo, situación común en países como Suecia y Noruega, ya que es una forma de evitar las inclemencias climatológicas.
“La verdad siento que esta liga es perfecta para comenzar en Europa. Aspiro a más cosas, a ligas más grandes y competitivas, pero acá puede ser un buen trampolín. A mí me gusta el fútbol español y el alemán. Obviamente a eso es lo que aspiro, aunque antes quiero disfrutar de mi estancia acá en Suecia”, expresó.
El otro gran reto deportivo que tiene el carrilero es sobresalir ante jugadores con una presencia física mayor.
La altura promedio en Suecia para hombres de 1.80, mientras que el guapileño mide 1.77.
“Hay muchas formas de contrarrestar esto, sé que tengo que imponer mi potencia y velocidad, porque tal vez mi reacción sea mejor a la de ellos” analizó.
El zaguero está acostumbrado a un constante ida y vuelta y los suecos no tienen esa vocación ofensiva; así, el nacional cuenta con una virtud más a explotar para destacar.
Ian Smith confiesa que se siente realizado por estar en Suecia; el deporte y el estudio le abrieron la puerta de ser legionario a corta edad y dejando ganancias a un equipo no tradicional como Santos.
La cantera de Santos gana puntos en el exterior
El representante de jugadores de la agencia Futbol Consultants, José Luis Rodríguez, manifestó que en mercados importantes como las ligas escandinavas y el mexicano la cantera de Santos de Guápiles ya tiene un nombre.
El paso de jugadores como Ian Smith y Wílmer Azofeifa hace que desde el conjunto caribeño se dé el salto al exterior sin necesidad de pasar por un club grande del país.
Azofeifa estuvo en el Pachuca azteca, mientras que Smith ahora pertenece al IFK Norrköping y antes estuvo en el Hammarby.
“Sin duda alguna el fútbol está cambianado, los equipos pequeños tienen una liga menor para envidiar, Santos tiene una liga menor impresionante, ya no hay que ir a equipos grandes para vender a Europa. Nosotros con Santos estamos con un proyecto fuerte, la liga mexicana y Europa son nuestros mercados y trabajamos para llevar sus jugadores ahí”, manifestó Rodríguez.
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El asesor fue enfático en que en el proceso de crecimiento de un futbolista es lento, pero como se ha manejado el paso de Smith es un ejemplo de un caso exitoso.
“Para nosotros es el resultado de la planificación, nosotros nos sentamos y fuimos alcanzando metas pequeñas, ir al Mundial Sub 17, regresar y ser determinante en el Mundial Sub-20. Él tenía que jugar con Santos y lo hizo. Ahora llega a una liga puente y en cuestión de tiempo esperamos dar un salto mejor”, concluyó.