Johnny Acosta llegó para el segundo semestre del 2018 al fútbol de la India; ahora, seis meses después, el zaguero no esconde el impacto que causa ser testigo de la extrema pobreza en esa nación.
Acosta es enfático al asegurar que a cualquiera le cambia la percepción de la vida.
Las imágenes que entran por la vista tocan el corazón, hacen recapacitar y como él mismo jugador lo define, “golpean y bastante”.
India tiene alrededor 1.160 millones de habitantes y según las estimaciones realizadas por el Banco Mundial a finales del 2018, la cantidad de personas que viven bajo pobreza extrema son 96,7 millones.
De hecho, ese país, en esa estadística, ocupa el segundo lugar a nivel mundial, solo por detrás de Nigeria, nación que ronda, según el estudio, los 99 millones de habitantes en extrema pobreza.
El jugador describió que ver niños durmiendo en la calle, pidiendo dinero en las esquinas, además de observar las condiciones en la que viven algunas familias, hacen que uno trague grueso.
“Más que todo cuando se ven cosas en la calle, cómo la gente vive o cómo está, uno hace más reflexión, es que son cosas que en Costa Rica cuesta mucho verlas. Son cosas fuertes, pero ahí se valora más lo que se tiene. Por ejemplo, ver chiquitos en la calle durmiendo, pidiendo en los semáforos, se ve mucha pobreza extrema y es un poco fuerte”, relató.
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Desde diciembre, Johnny está acompañado por su familia, su esposa Laura Fernández y su hijo Kevin; ellos también han visto cómo se da el comportamiento social.
El futbolista resaltó que pese a las dificultades que viven los habitantes de esa nación, son muy buenas personas, atentas y amables.
“Aquí hay personas extraordinarias, simplemente lo que sucede es que uno queda con esa imagen que dice: ‘hijuepucha, uno no ve estas cosas en Costa Rica y a veces se pasa quejando y renegando’, entonces al final terminás reflexionando”, explicó.
En esta aventura, el mundialista de Brasil 2014 y Rusia 2018 se ha visto obligado a mejorar su nivel de inglés, una situación positiva que destaca.
En cuanto a las comidas, Acosta prefiere probar lo conocido.
"Acá tengo dos restaurantes a los que siempre voy, ahí puedo comer pasta, pizza, algunas cosas traen condimentos de acá, pero no tan pesado, entonces prefiero ir ahí siempre", declaró.
Acosta, luego de pasar el periodo de adaptación, valora ahora la posibilidad de continuar en el balompié indio.
Johnny termina contrato en mayo, por lo que de momento lo que tiene seguro es que regresará de vacaciones al país.
“El club está interesado en que yo continúe, mi representante ya me habló, solo estamos esperando ver qué proponen. De igual forma me gustaría volver al país, pero hasta el momento que tenga una oferta clara y concreta no puedo decidir”, evaluó.
Acosta llegó al East Bengal indio luego de la Copa del Mundo Rusia 2018 y después de un paso por el fútbol de Colombia. Ese equipo tiene su sede en Calcuta, una de las ciudades más grandes de ese país.
Su futuro. A sus 35 años, el defensor ve lejano su retiro debido a que todavía se siente en condiciones para competir, ya sea en el país o fuera de Costa Rica.
“Yo siempre he dicho que el fútbol no hay que medirlo por edades, si usted está en buen rendimiento puede aportar mucho al club, es decir, esto es de rendimiento, si uno está bien va a jugar y si no, pues debe irse por más joven o viejo que sea”, manifestó.
Una situación que seduce a Acosta para mantenerse allá es que su escuadra ingresará a la Superliga India a partir de la próxima campaña y ya no jugaría en la I- League.
La Superliga es un torneo de mayor nivel y renombre, y ahí tuvieron paso algunos ticos como Yendrick Ruiz y el estratega Alexandre Guimaraes.
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“El equipo está bastante bien, viene en alzada, entonces estoy contento, sobre todo porque el equipo está bien y yo estoy jugando”, finalizó.
El Bengal es tercero de la clasificación, pero a tres unidades del líder. El club del nacional debe un cotejo, por lo que podría colocarse en el primer lugar si gana ese partido.
Johnny Acosta disfruta de su experiencia en India, aprende mucho más de lo que imaginó, pues el impacto social del país lo ha hecho valorar aún más lo que tiene.