Kenner Gutiérrez se fue a mediados del 2022 para Guatemala, allá inició una aventura futbolística solo, porque su familia no se pudo trasladar y desde entonces, aunque lo han tratado muy bien, él tiene claro que su próximo paso probablemente sea regresar al país. En este momento posee tres ofertas de Costa Rica, según cuenta, y la posibilidad de renovar en Xelajú.
Gutiérrez ha tenido que tragar grueso en Guatemala cada vez que habla con su pequeño Gael, de nueve años, o Zoé, de cuatro. Él se hace el fuerte en las videollamadas, pero cuando cuelga, las lágrimas invaden su rostro.
La familia del deportista prefirió mantenerse en el país por el trabajo de su esposa, además de la educación de sus pequeños.
El zaguero milita en el Xelajú, plantel en el que está sumamente feliz por las condiciones que tiene; no obstante, su corazón está intranquilo ante la lejanía de los suyos.
“La verdad que ha sido una aventura muy bonita, sorprendido también porque se habla mucho del fútbol de Guatemala, pero estoy en un nivel muy similar al de Costa Rica”, relató.
Gutiérrez en Xelajú suma más de 3.000 minutos disputados en dos torneos, con lo que se nota la regularidad que ha tenido en un equipo que se ha mantenido peleando por la copa, aunque no ha podido llegar a la final, pero sí ha tenido presencia en las fases finales.
Sin embargo, de una vez, Kenner enfatizó en que la parte emocional no ha sido sencilla de sobrellevar.
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“Le digo que he llegado a volverme loco, ha sido muy difícil porque no estoy acostumbrado a estar solo y he pasado hasta dos meses sin verlos y eso es duro, porque Gael tiene nueve años y Zoe cuatro años. También extraño a mi esposa porque es fundamental en lo que soy. Sin duda esto es difícil. Yo estoy bien en Guatemala, pero debo valorar todo”, acotó.
El exjugador de Alajuelense relató que hace un año, al momento de dejar Costa Rica, ya había cerrado capítulos en el fútbol local, como por ejemplo su salida del equipo que amaba: Alajuelense.
“La verdad no tengo ninguna espina con Alajuelense, estoy muy agradecido con el club, porque lo que soy como jugador se lo debo a la Liga. Yo siempre intenté dar lo mejor de mí, no hay espina, hay cariño y un amor muy especial”, reflexionó.
Al consultarle si en algún momento se visualiza nuevamente en el León fue enfático: “No es algo que tengo en mi cabeza, sinceramente lo veo como un ciclo cerrado. Sí quiero continuar jugando, me siento bien físicamente, también me gustaría volver a Costa Rica por un tema familiar, aunque acá me ha ido muy bien, pero no me pude traer a mi familita. Tengo opciones de volver, pero quiero cerrar bien acá y dejar una buena huella”, sentenció.
El defensor fue integrante de la Selección Nacional Mayor que fue a Rusia 2018, también estuvo en el grupo que ganó el cuarto lugar de la Copa del Mundo Juvenil Egipto 2009.
“Estoy muy contento con mi carrera, he vivido momentos muy gratificantes, gracias al fútbol he conocido muchos lugares, amigos. Gracias al fútbol tengo mi casa, mi familia, entonces no puedo quejarme de la historia que me ha tocado”, admitió.
En Xelajú, el nacional recibió la responsabilidad de ser capitán de la institución, algo que no es novedoso para él porque en la Liga también lo fue.
“Yo tuve grandes ejemplos como Pablo Gabas, Pablo Salazar, Luis Marín... fueron ídolos y enseñaban el valor de Alajuelense. Después de ellos creo que se ha dejado perder un poco esa raíz. El jugador de Liga y Saprissa es diferente ya que ahí se presiona hasta en el entrenamiento... A mí eso siempre me gustó”, dijo.
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En tierras chapinas, el futbolista ha tenido que crecer también fuera del campo porque tuvo que perfeccionar sus dotes culinarios.
“La verdad es que mi vida ha sido un cambio extremo porque tuve que aprender a cocinar ya que no es lo mismo apoyarse con la esposa. Yo me levanto y hago todo, entonces sí ha sido un cambio total... En cuanto a la ciudad es muy bonita, colonial, y acá hay culturas muy diferentes”, finalizó.