Keylor Navas alzó sus manos, señaló al cielo y con violencia las bajó, para con los puños cerrados descargar contra el vacío su fuerza. Volvió a levantar sus manos y agradeció a Dios... El arquero costarricense celebró con intensidad el tercer gol del PSG ante el Real Madrid, en la victoria 3 a 0 de su escuadra en la primera jornada de la Champions League
El arquero tico fue protagonista en la previa, también en el posencuentro; sin embargo, en donde más le gusta ser figura, que es en el campo de juego, pasó desapercibido. Él tuvo un partido muy tranquilo, ya que el Madrid no consiguió incomodar.
Minutos antes de iniciar su calentamiento para el vital encuentro, el costarricense aprovechó para saludar a los que hace una semana y media eran sus compañeros. Compartió con Bale, también con Benzema y otros merengues. Las sonrisas se reflejaban en los rostros; no obstante, cuando inició el cotejo todo eso quedó atrás.
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Dos minutos de partido fueron suficientes para que el nacional tocara pelota. Un pase del lateral derecho Thomas Meunier fue controlado y redireccionado por el generaleño.
El partido comenzó con un ritmo trepidante a favor del París Saint Germain. Ángel di María buscaba ocasiones con sus jugadas individuales, mientras el otro extremo, Sarabia, corría al espacio para abrir espacios.
El PSG dominaba sin complicación. Una aproximación de Gareth Bale por derecha fue la única acción en que Keylor tuvo que emplearse para detener; así controló un centro rastrero dirigido a Karim Benzema.
Navas, siempre atento, pisaba varias veces la línea de su marco como esperando el tiro que le permitiera lucir, empero este no llegó. Pasaron 90 minutos y tres goles del PSG gracias a Di María, en dos ocasiones, y Meunier, en una. El Real Madrid no pudo hacer que el centroamericano sudara su uniforme.
El partido fue extraño para Navas. Una conversación con Benzema fue lo más cercano al Real en el juego... Después, él fue el principal testigo de cómo sus nuevos compañeros se comían a los antiguos, tenían más piernas, más ambición, más vértigo y más fútbol.
El partido del Halcón terminó sin contratiempos, ni siquiera sufrió en los últimos minutos y tampoco tuvo que volar por los aires para desviar balones al área, como normalmente sucede con el cuadro que va ganando y se resguarda para cuidar su ventaja.
El mundialista de Brasil 2014 y Rusia 2018; no obstante, sí vivió con pasión la finalización del duelo. No solo celebró con fuerza el tercer tanto, sino que también con el pitazo final picó al centro del campo para formar un círculo con el resto de sus compañeros.
Con voz de mando, él y otros se motivaban y felicitaban por el esfuerzo realizado. En medio de la algarabía por el contundente golpe dado, el exjugador del Madrid recibió el saludo de su colega Thibaut Courtois. Ambos se tendieron la mano y siguieron su camino.
Navas terminó ovacionado como su escuadra, se abrazó con los defensores porque el trabajo en zaga fue impecable, al punto que consiguió su segundo encuentro consecutivo sin recibir gol, también no dejaron que el Madrid hiciera un solo remate directo y anularon por completo a figuras como Eden Hazard, James Rodríguez y Benzema.
El Real fue un equipo completamente desconocido y el que pagó la mala noche fue Thibaut Courtois, porque las críticas se le vinieron encima.
Keylor celebró con fuerza el triunfo, su mensaje en la previa fue claro: ‘Recuerdo, vivencias... Pero un solo objetivo: GANAR’. Así cumplió, sus manos descargando fuerza en el aire son la muestra más clara que el nacional va con todo y por todo en el PSG.