Keylor Navas tiene ángel para los penales. El tico sabe detener los lanzamientos clave desde el manchón blanco, en los que todas las miradas se centran en él, los que son decisivos, los que marcan una temporada. Así le ha sucedido a lo largo de su carrera y el que detuvo frente al Brujas de Bélgica, con el PSG este miércoles, no fue la excepción.
Transcurría el minuto 74, Thiago Silva acababa de pegarle una patada a Mbaye Diagne y el penal fue clarísimo, el propio Diagne tomó la pelota y decidió lanzar; tres pasos de impulso, mientras que veía cómo Navas se movía de derecha a izquierda en la línea de gol, el jugador del equipo belga tiró, su remate rastrero salió a la izquierda del arquero y el tico se lanzó, atrapó y celebró.
Navas se levantó, alzó su mano al cielo, pronunció “Gracias a Dios” y recibió sentidos abrazos de Marco Verratti, Presnel Kimpembe y Thiago Silva. El técnico del Brujas, Philippe Clement, no podía creer y mandó dos golpes al aire por su frustración.
Keylor demostró su calidad en el momento oportuno, cinco días después de su cuestionada actuación ante el Dijon. Dejó atrás el mal trago y se convirtió en la figura de su oncena para clasificar a los octavos de final de la Champions League. Además, llegó a 360 minutos imbatido en el torneo continental.
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Ver a Navas destacar así en un momento clave es común. Para él no es nuevo soltar la presión en el campo, callar los cuestionamientos con paradas y confiar en su capacidad, cuando los demás dudan. Lo hizo una y otra vez vestido de blanco en el Real, también en el Levante.
En 2013, en sus inicios como estelar del Levante español, un 20 de abril logró ganarle el duelo a David Villa, mítico delantero español en ese momento en el Barcelona de España, esa detención fue la confirmación que le entregó al costarricense la estelaridad por encima del uruguayo Gustavo Munúa.
Los guantes del Halcón fueron los encargados, en 2014, de despejar el balón más histórico del balompié nacional, cuando en los octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil le desviaron el tiro a Gekas, en la definición frente a Grecia. Al acabar ese Mundial, el Real Madrid lo fichó.
Vestido de blanco, el oriundo de Pérez Zeledón siguió marcando el terreno en el rectángulo de juego. Cuando le tocó asumir el rol de titular, en la campaña 2015-2016, ante la ola de rumores de aquel momento que lo sacaban del Madrid para poner a David de Gea en su lugar, el costarricense se destapó con un paradón descomunal, dos días antes del cierre de mercado.
El 29 de agosto del 2015 su mano a mano con el atacante del Real Betis, Rubén Castro, lo dejó vencedor. Él celebró como si hubiera ganado un campeonato, alzó sus manos, gritó, agradeció a Dios y fue felicitado por sus compañeros. 48 horas después el fax dejó de funcionar y De Gea se quedó en Inglaterra, mientras Keylor se convirtió en el '1' del Madrid.
El 28 de mayo del 2016, aunque él no detuvo un lanzamiento del francés Antoine Griezmann, sí vio cómo el balón se estrelló en el horizontal y su primera Orejona llegaba a su vitrina.
La última gran detención, previo a su primera como parisino, fue a inicios del 2018, cuando en medio de las noticias en España sobre la llegada de Kepa Arrizabalaga para competir el puesto, el nacional le dijo que 'no' al símbolo del fútbol español, Iago Aspas. En esa campaña, el Madrid logró su última Champions League.
Ahora, atrás quedaron los dos tantos recibidos frente al Dijon en el que el arquero pudo hacer más; el futbolista centroamericano tenía aires de revancha y contra los belgas se desquitó, como mejor lo sabe hacer, con un escándalo pero deportivo.
"El guardameta es un puesto muy especial, es como un jugador de tenis. Hay que aceptar que a veces se cometen errores, pero la diferencia es la forma en cómo se adapta a los errores porque todo el mundo se equivoca. Bajo los tres palos es muy importante tener confianza y Keylor tiene mucha calidad y tranquilidad", afirmó el técnico del PSG, Thomas Tuchel.
El estratega fue más allá y alabó la serenidad que le ha dado a su grupo de jugadores el exMadrid.
"Sí, él da calma y tranquilidad al equipo. Nos da un buen sentimiento porque es muy calmo, confiado, siempre está atento. Hoy estuvo excepcional. Estuvo involucrado en detener el penal. No queríamos que soltara la pelota justo al frente y estuvo bien que la tomara por completo", describió.
Keylor Navas siempre lo primero que hace después de parar un duelo cara a cara desde el manchón es persignarse y agradecer. Las bendiciones llegan para él.
Colaboró el estadígrafo Luigi Alvarado.
Resultados de Champions League:
PSG 1 - Brujas 0
Real Madrid 6 - Galatasaray 0
Bayern Múnich 2 - Olympiacos 0
Estrella Roja 0 - Tottenham 4
Atalanta 1 - Manchester City 1
Dinamo Zagreb 3 - Shaktar Donestk 3
Lokomotiv de Moscú - Juventus 2
Bayer Leverkusen 2 - Atlético de Madrid 1