David Ramírez dice ser otro. Sí, aquel jugador con un talento espectacular, capaz de sorprender con un remate de larga distancia, un regate en corto o un pique a profundidad tiene las mismas características deportivas, esas que estuvieron a punto de llevarlo a Rusia 2018; sin embargo, él es diferente... Él mismo destaca que es mejor jugador, gracias a que es mejor persona.
La idea de hablar con el exdelantero del Saprissa era profundizar sobre su nueva aventura en el exterior, específicamente en Chipre; no obstante, en la conversación sorprendió notar a un Ramírez diferente. El atacante no lo esconde, por el contrario, acepta como ha visto una mejoría en la forma de ver su vida y, por ende, su carrera deportiva.
Como digirió el ofensivo no ir a Rusia 2018, fue la clave para notar su cambio de actitud. Ahora David es más ecuánime y no impulsivo.
¿Le dolió no ir a Rusia 2018 después de un cierre tan espectacular en el torneo nacional?
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“Para este mundial pasado decidí hacer todo lo posible por integrar la Selección, ese cierre al que usted se refiere se debió a mi compromiso por crecer tanto personal como profesionalmente, mental y físicamente. Hace más de un año estoy trabajando con un coach que se llama Byron Castro. Todo nació por mi propia voluntad y ese trabajo usted lo ve reflejado en la madurez que mostré durante todo el torneo”.
Ahí estaba parte de la clave del cambio, su asesor, Byron Castro, es un coach personal que llegó a la vida de Ramírez por interés de ambos.
Byron veía en Ramírez una clara oportunidad de poner en práctica su trabajo y David, luego de una conversación con Evaristo Coronado, gerente deportivo morado, no dudó que podía ser para su beneficio.
“Yo soy saprissista envenenado. A David lo he visto desde que apareció en Primera División y siempre tuve el concepto que él puede dar más, pero también se exigía más de lo que él puede dar en los determinados momentos. Lo que yo intento enseñar es talento con inteligencia, es importante que el deportista sepa cómo manejar su vida fuera del campo”, explicó Castro.
“La función del coach no es terapéutica, es una función de apoyo. El coach no aconseja ni le dice qué debe hacer, la función del coach es servir de guía y soporte a las personas, llevándolas de donde están a donde quieren estar, siempre por sus propios medios”, añadió sobre su labor.
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En el análisis, el especialista es enfático en que el carácter del futbolista era un punto de mejora. David tiene la sangre necesaria de un jugador, empero, no la canalizaba de forma correcta a la hora de dejar salir sus impulsos.
Las principales polémicas que rodearon al atacante en el pasado fueron sus reclamos a centrales, como por ejemplo en febrero del 2016, cuando abandonó el campo luego de ver la roja en un cotejo ante Pérez Zeledón.
Ese día la puerta del camerino fue la que sufrió las consecuencias de la frustración.
“Era un punto a canalizar, el carácter de David estaba bien, pero lo canalizaba de forma errónea, aunque yo entiendo que eso se debe a vivencias anteriores. Le explico: yo a él le dije que los árbitros no están predispuestos con usted... David sentía que había una cierta predisposición, entonces David me dijo trabajemos esta parte y fuimos hablando poco a poco... Gracias a su fortaleza mental y disposición, fue dominando ese animalito salvaje que llevaba por dentro”, detalló.
El goleador ya no pelea. Recordemos los hechos: Saprissa enfrentó al América de México, el artillero sufrió un fuerte trauma en la rodilla derecha luego de una entrada rival... Ramírez inmediatamente al caer en el suelo se levantó y empezó a correr para recuperar la pelota; no le importó si le pitaron la falta.
Tampoco salió a reclamar la decisión, solo quería continuar jugando, pese a que su físico no se lo permitía.
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“David no es un jugador al que patean y se queda en el suelo, antes él lo hacía. Dejó de discutir con los árbitros porque dijimos: ‘ya pitó, eso no va a cambiar’. De hecho le voy a confesar David se convirtió en un apoyo para los jóvenes de Saprissa”, enfatizó el coach.
El siguiente punto a pulir era el manejo de la percepción de la realidad.
El antecedente: a David, junto con otros excompañeros como Diego Estrada y Ariel Rodríguez, hace tres años vivieron una polémica cuando ídolos morados como Erick Lonis y Benjamín Mayorga, entre otros, los criticaron fuertemente al punto que la afición les empezó a llamar ‘princesos’.
En aquel momento Byron todavía no trabajaba con David; no obstante, sí lo ha trabajado para que sepa cómo reaccionar ante una situación similar.
“Los seres humanos tendemos a generalizar, yo a David le digo que no todo el mundo piensa igual. Si usted falló una ocasión de marcar, a partir de ahí usted es el jugador que bota goles para toda la gente, pero para usted mismo eso no puede ser así. Él como jugador está en la obligación de saber por qué falló y cómo falló. Nuestras actitudes son 90% mentales y 10% físicas, ante esto es importante la forma en que se percibe la realidad y ahí siento que él ha entendido”, recalcó.
El seleccionado nacional acotó que de todas las experiencias aprende, por esto también ahora que tiene el chance de estar en Chipre, con el AC Omonia Nicosia, recuerda cada año con Saprissa y los chances que tuvo en Francia con el Evian y en Portugal con el Moreirense.
Su consejero personal le fue enfático en que en esta ocasión iban a lograr evitar los problemas de adaptación.
"Gracias a Dios me ha dado la oportunidad de salir desde muy joven, he podido conocer otras culturas, tal vez en esos momentos por ser tan joven no resultaron lo bien por una combinación de juventud, inexperiencia, un poco de ego, a pesar de esto aprendí muchísimo, esas experiencias me permiten asimilar los cambios correctamente. Y como parte de esto mi decisión de invertir en mi crecimiento mental y emocional", pronunció.
El excentrodelantero de la S disfruta más de su vida, habla realizado por la etapa profesional y personal que vive... El cambio y su deseo de superación son tan fuertes como su carácter.
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Byron Castro asegura que todo el mérito de ver al nuevo David Ramírez es del jugador; él simplemente ha funcionado como un guía en el proceso.
David Ramírez: ‘El fútbol de Chipre es competitivo. Yo salí del más grande de Costa Rica para el más grande de Chipre’
David Ramírez todavía está en proceso de adaptación en el fútbol de Chipre. El atacante firmó por los próximos tres años con el Omonia Nicosia, escuadra considerada el mejor plantel del país en el Siglo XX y además que tiene 20 cetros de campeón.
Para el delantero, el nivel del balompié al que llegó es bueno. Ramírez enfatiza que es mucho mejor que cualquier liga de América Central.
“Ahorita esta empezando el torneo, así que no hay un parámetro para poder calificarlo, pero me parece que es competitivo y tácticamente bueno, ya que sigue siendo una liga europea, inclusive dos de los equipos de Chipre participan en certámenes europeos, incluso así, es una liga superior a las de Centroamérica y algunos países europeos”, explicó.
El delantero añadió que no va a esconder que la parte económica jugó un papel en su decisión de dejar al Saprissa, pero no fue lo más importante, ya que siempre vio en el Omonica una oportunidad de crecimiento.
"Omonia es el club más grande de Chipre, quiere decir que salí del más grande de Costa Rica hacia el más grande de Chipre", profundizó.
El único reto extradeportivo que enfrentó el tico fue adaptarse a manejar por la derecha, situación que según cuenta no representó un problema.