Marco Ureña dejó Costa Rica en marzo del 2020 para volver al balompié internacional, sin embargo se fue con un ‘sinsabor’: el ansiado título 30 no llegó, pese a que él estuvo en una final en la que Herediano le quitó sobre la hora el torneo.
Marco no escondió que siempre quiso alzar esa copa; empero, al final vio como ese cetro llegó cuando él ya no estaba: en el segundo semestre del 2020.
Ureña habló con La Nación, desde Australia, donde milita con el Central Coast Mariners y expresó su sentimiento ante la llegada de esa copa a las vitrinas manudas.
Marco está claro en qué se siente parte de ese campeonato, sobre todo porque formó parte del inicio del proceso de Andrés Carevic y Agustín Lleida.
“Esa 30 todos la soñábamos, yo estuve por allá y estuve cerca de conseguirlo. Estoy muy orgulloso de formar parte de ese proceso de Carevic; solo me faltó esa cereza en el pastel, pero bueno, no es cuando uno quiere sino cuando Dios decide. Cuando pasó la 30, la verdad es que me sentí parte dé... Porque fui importante en el inicio de ese proceso de Carevic y Agustín que no tengo duda continuarán ganando muchos títulos, porque por la manera en que trabajan tienen a la Liga en muy buenas manos”. reflexionó.
El cariño por Alajuelense es notorio en las palabras de Marco. De hecho, en el segundo semestre del 2020 estuvo pensando en volver a vestir de rojinegro para iniciar el 2021; no obstante, el fútbol de Australia lo llamó.
“Todo se daba para volver a la Liga, pero esta oportunidad de Australia a mí me salió desde setiembre del año pasado, yo llevaba rato hablando con el entrenador del club, ellos querían que yo me fuera para allá desde noviembre, pero por motivos de visa esperé mucho tiempo”, contó.
El mundialista de Rusia 2018 y Brasil 2014 externó que él es liguista. El amor de Marco por los colores rojinegros es tal que no se imagina con otra camisa en Costa Rica.
“Sería mentira decir que no soy liguista, yo nací ahí, crecí ahí, y ahora que volví a Costa Rica, que fue por motivos de mi papá, pues le agradezco enormemente a la Liga, a don Fernando (Ocampo), a Federico (Calderón) y Joseph (Joseph), que fueron los que me abrieron la puerta. Siempre he sido de la Liga y le tengo un cariño importante, pero uno no puede cerrar puertas y el corazón no tiene porque mezclarse con la parte profesional, aunque sí soy liguista y realmente no me veo en otro equipo de Costa Rica, pero eso ya se verá en su momento”, dijo.
Respecto a su aventura en territorio australiano, el costarricense añadió que está muy contento con el nivel de exigencia que tiene.
Ureña recalcó que con la regularidad que está teniendo en Oceanía espera estar en buen rendimiento para un año clave a nivel de Selección Nacional, porque la eliminatoria tendrá sus etapas claves de cara a Catar 2022.
“Fue una oportunidad aventurera, la verdad es que firmé siete meses de contrato, no se me hizo difícil decidir, estoy aprovechando el fútbol en mi carrera. El año pasado que estuve en Corea me gustó mucho la experiencia a nivel cultural y demás. No dudé en venir”, pronunció.
“La verdad es que el nivel es muy bueno, me gusta mucho, es un fútbol de mucha transición y poca posesión. Ahí voy poco a poco, no tuvo tiempo de conocer a mis compañeros de inicio, porque mientras salieron los permisos y demás, pero ya llevo cuatro partidos como titular”, agregó.
Marco asegura que otro punto a su favor para mostrar su mejor rendimiento es que volvió a sentirse muy cómodo anímicamente, porque cuando salió de Costa Rica no estaba bien personalmente.
“Cuando me fui a Corea fue por motivos personales, porque yo deportivamente estaba bien en la Liga, estaba feliz, estaba haciendo goles, pero en ese año también pasaron muchas cosas que me afectaron a nivel personal después del fallecimiento de mi papá y pues no lo supe manejar. No me sentía bien y apareció ese chance en Corea que fue una fuga para retomar el camino”, finalizó.