Pablo Arboine vivió un 2018 para enloquecer, pues en el segundo semestre del año perdió a dos personas sumamente importantes en su vida: su hermano Bradley y su primo Alberto; sin embargo, esa situación lo hizo ponerse una meta para el 2019: ser legionario lo antes posible.
El zaguero se propuso, en memoria de sus familiares, triunfar en el fútbol, ya que de alguna forma quería rendirle un homenaje a sus seres queridos.
Ahora que consiguió dar el salto a Europa para vincularse al Sarpsborg 08 de Noruega, tiene muy claro por qué, desde su punto de vista, logró cumplir el sueño y fue por el empujón que logró extraer de situaciones negativas.
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“Siempre me he caracterizado por ser una persona de mente fuerte, algo que a mí me marcó mucho y me hizo luchar más fuerte fue crecer con el sueño que tenía mi hermano, que era jugar juntos algún día en Primera División; él también fue futbolista y una de las cosas que me inspiró para seguir luchando fueron mi hermano y mi primo, a quienes perdimos el año pasado. Mi familia no me dejó caer. Yo me propuse esto de jugar en el exterior para darle en el 2019 un motivo de alegría a mi familia, porque la verdad queríamos que fuera diferente”, relató.
El exjugador del Santos perdió a su hermano en la previa de un partido frente a Carmelita, mientras que lo de su primo sucedió un día antes de viajar a Jamaica para representar al país con los santistas, en la Liga Concacaf.
Sin embargo, desde el momento en que apareció la adversidad, el zaguero demostró su fortaleza mental para afrontar las circunstancias.
“Cuando pasó lo de mi hermano yo tenía partido ante Carmelita al día siguiente y llegué a jugar. Recuerdo que el profesor Johnny Chaves me decía que por qué me presenté, pero yo lo tenía claro, todo esto lo hago por él, yo estaba destrozado, pero sabía que debía levantarme, igual cuando murió mi primo, pues solo pude estar en el velorio porque yo quería jugar en Jamaica... Fueron cosas muy difíciles. A mi primo lo veía como un hermano”, recordó.
Como Pablo quería ser portador de buenas noticias para los suyos luego de lo sucedido, decidió no contarle nada a ningún familiar sobre la oportunidad de ir a Noruega.
La gran mayoría de su familia se dio cuenta cuando el jugador ya estaba en territorio nórdico.
“Decidí guardarme esto para mí porque quería sorprenderlos de verdad. Tampoco quería que se ilusionaran mucho, de inicio solo lo supieron mi mamá, mi papá y mi novia; para los demás yo no dije nada. Todo se dio de repente y así logré que todos se alegraran y pudieran tener una sonrisa después de momentos no tan buenos”, dijo.
El jugador destacó que la fortaleza mental es su principal fortaleza y no solo por los eventos que ha tenido que sortear fuera del campo, sino también dentro del terreno de juego.
"Cuando se dieron los sucesos solo quedó levantarse y trabajar, gracias a Dios yo siempre he tenido claro que la mente es muy fuerte para sobreponerse a las circunstancias. Yo solo quería luchar por el sueño y en eso me centré", añadió.
En la parte deportiva, el zaguero expresó que habló con Gustavo Matosas, técnico de la Selección Nacional, por el paso que está dando y él lo aconsejó que tomara la opción.
Matosas, según Arboine, ve una oportunidad de desarrollo importante en el Viejo Continente.
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Respecto a la adaptación, el jugador no escondió que debe mejorar su nivel de inglés y además asegura que ni siquiera desea imaginar las bajas temperaturas que debe afrontar, ya que no quiere excusas en su rendimiento.
“Me va a costar un poco el frío, sé que está nevando y puedo pasar problemas, pero tengo que olvidarme de eso para seguir cumpliendo mis sueños y mis metas”, finalizó.
Por ahora está en pretemporada en España, con su nuevo club.