Santa Cruz, Guanacaste. Tres zarpazos de Santa Cruz tienen herido de muerte a Fusión-Tibás, equipo que ayer comprometió seriamente la meta de llegar a la máxima categoría del balompié nacional.
Los jugadores guanacastecos Juan Carlos Dinarte, Jaber Álvarez y Jeffry Murillo se encargaron de ponerle sabor a un estilo de juego que borró por completo a los tibaseños. Juntos, redondearon un marcador que se insinúa lapidario.
Ellos empezaron a allanar el camino del ascenso a punta de goles que recibieron la inesperada "ayuda" del guardameta de Fusión, Rodolfo Álvarez, quien cometió dos graves errores.
La faena en la provincia guanacasteca tuvo en Dinarte a uno de los grandes protagonistas pues, desde los 11 pasos, se encargó de empezar la dibujar las primeras sonrisas en el semblante local.
"Creo que la clave de este resultado está en la garra que puso el equipo. La cancha no estaba en buenas condiciones para jugar, pero supimos controlar bien el balón para no quedarnos atrás", resaltó Dinarte.
El primero de los tantos santacruceños llegó cuando, luego de un tiro libre ejecutado por Dinarte, el tibaseño, Joel Fajardo tocó la pelota con las manos dentro del área.
"No debemos confiarnos para el segundo partido, esta diferencia hay que manejarla con mucha calma y la cabeza bien fría", afirmó Juan Carlos.
El colombiano Jaber Álvarez, de 21 años y oriundo de la ciudad de Medellín, precisó que el triunfo ratifica a Santacruceña como uno de los grandes protagonistas del Torneo de Clausura.
"Vimos un encuentro muy abierto donde logramos poner muchísimo futbol dentro de la cancha, con una buena cantidad de sudor para sacar este resultado que nos ilusiona", declaró Álvarez, exjugador del Deportivo Cali.
A las duchas. Minutos después de que anotara el segundo tanto pampero, el suramericano salió expulsado por acumulación de tarjetas amarillas, tras cometerle una falta al tibaseño Llerguth Álvarez.
"La verdad a mí me pareció una jugada normal, pero desafortunadamente ya estaba amonestado, tal vez levanté mucho la pierna", afirmó Jaber, que también militó aquí con Ramonense y en su país con Envigado y Río Negro.
Por su parte, en el tercer tanto Jeffrey Murillo aprovechó un magistral pase de Logan Santamaría para correr la banda izquierda y sorprender al arquero adelantado.
"Fue una bendición que Dios me diera ese gol. Desde que Logan me puso el servicio noté que el guardameta estaba desubicado", declaró Murillo.
El último juego de la final de Segunda División se realizará el próximo sábado, a partir de las 8 p. m., en el estadio Ricardo Saprissa, San Juan de Tibás.