VOLOS (Grecia). La presencia de Hugo Sánchez o Ismael Rodríguez en la defensa era la única duda que mantenía el estratega de México, Ricardo Lavolpe, para el encuentro de hoy ante Malí en el inicio del torneo de futbol olímpico.
Lavolpe probó a ambos en el último partido de fogueo en Italia y en las prácticas en Volos.
El técnico parece decidido a mantener un esquema con cinco defensores. Los dos centrales seguros son Francisco Rodríguez y Aaron Galindo, mientras que Diego Martínez y Mario Pérez serán los laterales.
En el medio estarían Israel López, Zinha y Luis Pérez, y arriba Rafael Márquez Lugo y Omar Bravo.
El partido corresponde al grupo A, que completan Corea del Sur y Grecia, equipos que jugarán a la misma hora en Tesalónica.
El estadio Panthessaliko será escenario de un choque entre equipos muy diferentes: Malí es un equipo que gira en torno a la velocidad y fortaleza física de sus jugadores, en tanto que México espera compensar esos déficits con su dominio del balón.
La dimensión del equipo de Malí creció luego de que dejó en el camino en la eliminatoria africana nada menos que al campeón olímpico Camerún. México, por su parte, se clasificó por delante de Costa Rica, Honduras y Estados Unidos en la Concacaf.
Según Mohammed Sissoko, mediocampista del Valencia de España y principal referente de la selección de Malí, “el partido con México será duro en extremo. Buscaremos aprovechar al máximo la velocidad y fortaleza física para contrarrestar la habilidad del rival”.
Sissoko, de 19 años, es uno de ocho jugadores de Malí que militan en el extranjero.
El equipo africano tiene un solo jugador mayor de 23 años, el arquero Fousseyni Tangara, y México los tres que se permiten: Omar Bravo, Israel López y Zinha.