NUEVA YORK (AFP) Los días de Stephon Marbury con los New York Knicks de la NBA parecen haber llegado a su fin, luego de la sanción que le impusiera el equipo por ausentarse de un partido el miércoles, y las recientes declaraciones del jugador contra del técnico Mike D'Antoni.
El jueves, Marbury fue sancionado con un partido de suspensión sin salario debido a la negativa del base a jugar el encuentro contra los Pistons, que los Knicks enfrentaron con sólo siete hombres y perdieron 110-96.
Marbury, de 30 años y con 12 temporadas en la NBA, manifestó su descontento en una extensa entrevista este viernes para el diario New York Post.
"Necesitamos romper nuestra relación", dijo Marbury. "El matrimonio se terminó. Es un hecho".
En el año final de un contrato que le pagará casi 22 millones de dólares en esta temporada, Marbury se ha enfrascado en pelea sucia con D'Antoni y la gerencia de los Knicks en lo relativo a su futuro en la franquicia.
D'Antoni ha mantenido a Marbury fuera de la nómina en las primeras semanas de la nueva campaña, y en varias ocasiones ha manifestado su interés por utilizarlo como pieza de cambio para mejorar su equipo.
Empero, el miércoles necesitó de los servicios de Marbury debido a que en las últimas semanas los Knicks se han visto disminuidos por lesiones y cambios.
Nate Robinson, Cuttino Mobley y el novato italiano Danilo Gallinari figuran en la lista de lastimados y no pudieron alinear el miércoles, y pese a ello, Marbury decidió mantenerse al margen y permanecer sentado en una esquina de la banca, vestido de civil.
Según el New York Post, Marbury planea reunirse este mismo viernes con Donnie Walsh, presidente de los Knicks, para hablar de su situación.
"Mike creó esto desde un principio. ¿Por qué él creó este ambiente?", se preguntó Marbury. "Vine dispuesto a jugar, a asumir mi papel en el equipo, pero ellos dijeron 'no te queremos, no estás en los planes', y yo respondí: 'está bien, no hay problema'".
"Yo no fui quien provocó esto. Estoy sentado dentro del carro, no detrás del timón en el asiento del conductor, no llevo el timón para decidir si seguimos recto o doblamos", añadió Marbury.
El jugador evocó la posibilidad de emprender acciones legales ante la situación.
"Si me rehuso a jugar, deben suspenderme. Nunca les dije que no iba a jugar. Esas palabras nunca salieron de mi boca. Eso es insubordinación. Ellos quieren tomar mi dinero, y no se lo voy a permirtir", subrayó Marbury.
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