Río de Janeiro. El cierre del Grupo B del Mundial de Clubes que mañana enfrentará al Vasco da Gama y al Necaxa por la clasificación para la final y al Manchester United en pos del tercer puesto, deja la sensación de que los brasileños cumplieron, los ingleses quedaron debiendo y los mexicanos pagaron más de la cuenta.
El United acaparaba el favoritismo de la prensa internacional para galopar tranquilamente hacia la final del torneo, que se disputará el próximo 14 de enero.
Los videntes y apostadores del fútbol advertían que, a lo sumo, sólo tendría que saltar el escollo planteado por el Vasco da Gama, un importante club brasileño reforzado a última hora con el internacional Romario de Souza, que contaría además con la hinchada mayoritaria del rejuvenecido estadio Maracaná.
Como "animadores de relleno" del grupo de Río de Janeiro figuraban, en primer lugar, el Necaxa y, después, el South Melbourne australiano.
Las previsiones cambiaron el mismo día del debut de los cuatro clubes cuando los "rayos" mexicanos se pusieron en ventaja ante los "diablos rojos" y tuvieron el tiro de gracia en los pies del ecuatoriano Alex Aguinaga con un penalti que atajó Mark Bosnich.
Del naufragio, el Manchester salvó los muebles al conseguir el empate en la agonía del partido, pero el esfuerzo y la pérdida por expulsión de su conductor, David Beckham, dejaron herido al campeón europeo y de la Copa Intercontinental, cuando deben enfrentarse a los brasileños el sábado pasado.
El Vasco da Gama comenzó con un pie derecho tembloroso ante un South Melbourne tosco pero aguerrido. Al final impuso su calidad técnica con tres goles, pero las dudas sólo se despejaron en los primeros 45 minutos del choque contra los "diablos rojos".
Dos goles de Romario en típicas jugadas de pescador de errores y otro de gran factura de Edmundo pusieron a los pupilos de Alex Ferguson al margen de la final del inédito torneo, a la que los europeos creían marchar sin necesidad de desplegar tanto esfuerzo.
El Manchester descontó en el final del partido, pero su suerte ya estaba echada y el Vasco, con seis puntos, comenzaba a mirar con más atención al sorprendente Necaxa.
En la misma jornada, el conjunto azteca puso la lápida al club australiano con una victoria por 3-1, completó cuatro puntos y se puso en el camino de los cariocas por la plaza de líder del Grupo, cuyo premio es el boleto a la final.
Para clasificarse para la instancia final, el Vasco da Gama se basta con un empate y al Necaxa sólo con una victoria.
Los mexicanos, que llegaron a Brasil convencidos de hacer "un buen papel", mejorarían también su presupuesto con una clasificación para disputar el tercer puesto y que se reserva a los segundos de cada grupo.
Por ese camino llegaría a través de un empate con el Vasco da Gama, pues una derrota les complicaría la posibilidad en caso de que los ingleses, con un punto, ganen a los australianos por un buen margen de goles.