Nueva York. El momento del cambio y la adaptación de los avances en la tecnología llegó al Abierto de Estados Unidos con la utilización del sistema de repeticiones instantáneas “Ojo de Halcón”, y de reclamos de los jugadores para revisar los botes dudosos.
El sistema, que ya ha sido probado en torneos de Masters Series como el de Miami, llega por primera vez a uno de Grand Slam, y será colocado en la pista central del estadio Arthur Ashe y la del estadio Louis Armstrong.
La decisión fue tomada por la Federación Estadounidense de Tenis, y se le considera la mayor innovación que se ha dado desde que se decidió el desempate en la década de los años 70.
Muchos consideran que el sistema ha generado un gran interés entre los aficionados que lo ven como parte importante en el desarrollo del espectáculo en el tenis.
Al margen de cuál sea la visión que se tenga del nuevo sistema, también existe la versión negativa de los ortodoxos, quienes consideran que el error humano es parte integral del juego. La realidad es que la repetición instantánea hará su debut triunfal en el Abierto.
“Creo que ayuda en las jugadas más polémicas y si son decisivas beneficia a que el resultado final sea justo para todos”, dijo John McEnroe, excampeón del Abierto y actual comentarista de televisión.
El sistema de repetición instantánea ya ha funcionado en las trasmisiones por televisión; los televidentes han podido comprobar su efectividad y como se ha ido perfeccionado la exactitud de la captación del pique de la pelota.
La polémica decisión de una pelota en el partido que disputaban las estadounidenses Serena Williams y Jennifer Capriatti durante el Abierto del 2004 fue lo que motivó que a la federación se decidiese a trabajar con la tecnología para ayudar a los árbitros en su trabajo.
Casi exacto. Las innovaciones del “Ojo de Halcón” lo han perfeccionado a tal punto que establece la marca del bote de la pelota con una medida que puede captar una separación de hasta tres milímetros.
El sistema comenzó a funcionar el pasado marzo en el Masters Series de Miami y luego durante todos los torneos de la Serie US Open.
Este permite que cada jugador tenga dos reclamos por set en las pelotas que piquen sobre las líneas y que consideran dudosas.
Si el jugador no tiene razón entonces pierde el otro reclamo que le quedaba. No se acumulan las quejas de una manga para otra.
Durante un desempate cada jugador puede disponer de una reclamación adicional.
La innovación es la última en la historia del Abierto que comenzó en 1968 con el incremento de los premios a $100.000 para convertirlo en el más rico de la historia.