Claudia Poll es aquella chiquilla que inició hace 38 años en la natación sin mostrar condición alguna para llegar lejos en la piscina, pero que escribió la página dorada más brillante en la historia del deporte de Costa Rica y que hoy sigue en los primeros puestos del ranquin mundial.
La medallista de oro de los 200 metros libre en los Juegos Olímpicos de Atlanta compite en la actualidad en la categoría de 45 a 49 años.
Según el ranquin mundial máster de la Federación Internacional de Natación (FINA), correspondiente al año 2018 y vigente hasta hoy, Poll posee el segundo lugar en cuatro distancias: 200 metros combinado individual (2:34.05), 200 metros dorso (2:31.38), 400 metros libre (4:38.20) y 200 metros libre (2:13.96).
“Entrenamos para eso, siempre buscamos estar en la élite de la natación mundial y gracias al trabajo de Francisco, 38 años después todavía logramos estar en los primeros puestos del ranquin mundial en cuatro pruebas diferentes, entonces es el reflejo del trabajo que hemos hecho y de la planificación”, relató la ondina en charla con La Nación.
A la hora de entrenar, algunas cosas variaron, pero la disciplina y la constancia se mantienen.
“Cambia porque hay que trabajar, hay familia y todo, pero intento entrenar de seis a siete veces por semana dos horas al día, eso antes de las 6:30 a. m., pero es disfrutar de lo que se hace, tener un buen trabajo y planificar con anticipación lo que queremos hacer durante la temporada”.
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El año pasado acudió a dos competencias de fogueo y a nivel nacional estuvo en tres. Luego de eso participó en el Campeonato Panamericano, en Orlando, Florida, que fue donde hizo esas cuatro marcas.
“Para este año tenemos el Campeonato Nacional de Estados Unidos en Mission Viejo, California, del 7 al 11 de agosto. Con 45-46 años lograr esos tiempos es satisfactorio y también si se pone a comparar los tiempos a nivel nacional, en el ranquin nacional general, incluidas las juveniles, estoy en el ranquin nacional, no tomando solo en cuenta lo máster”.
Y la próxima temporada también está definida, porque acudirá al Panamericano que será en Medellín, Colombia.
Sin embargo, Poll primero piensa en lo más inmediato.
“Mi reto para este año es tratar de mejorar mis tiempos del año pasado. En el 400 libre llevaba muchísimo tiempo de no hacer abajo de 4:40, entonces estoy muy contenta y muy satisfecha en esa prueba y en el 200 libre también. El reto siempre es personal, de mejorar este año los tiempos del año pasado”, insistió.
Entre risas confesó que pese a la experiencia y tantas horas acumuladas dentro del agua, las sensaciones a la hora de competir hoy siguen siendo tan intensas como aquel 21 de julio de 1996, a las 5:33 p. m., cuando nadó la final de los 200 metros estilo libre en el Georgia Tech Aquatic Center y se adueñó del oro olímpico y que cuatro años después, en Sídney 2000 conquistó dos bronces.
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“A mí me pasó ahora en el Panamericano que cuando iba a competir en el 200 combinado me monté en la banqueta y no sé por qué, pero me dieron unas ganas de vomitar del susto que me tenía, volví a ver a Fran (Francisco Rivas, el entrenador) y él como que se dio cuenta de que estaba un poco estresada. Fue cuestión de 3, 4 o 5 segundos y ya me tiré normal al agua y se pasó, pero por eso sigo compitiendo, porque la misma emoción y la misma adrenalina ahí están”, comentó.
Según su entrenador, el hecho de ver a Claudia en esos puestos es muy significativo, porque hay muchas cosas que se podrían analizar, como ver que en las cuatro distancias, las rivales que están de número uno son de distintos países, por lo que su pupila muestra más constancia.
“Ella se ha mantenido siempre en la élite mundial desde que empezamos. Para la FINA, Claudia es una de las nadadoras excepcionales, porque es una referente de toda la vida. Ella ama este deporte y es una excepción, porque la gran mayoría de sus contemporáneas, no están, porque esto es muy duro, cuesta muchísimo y bueno, requiere de un gran esfuerzo”, reseñó Rivas.
Para él, también es una alegría ver que ese proyecto que comenzó en los 70’ con María del Milagro París, continuó en los 80’ con Sylvia Poll y un grupo de nadadoras y en los 90’ siguió con Claudia.
“A partir del 2006 iniciamos este nuevo proyecto de máster en Costa Rica y la meta era llegar a posicionarnos, comenzamos despacito y estamos ahí. Hay algunas metas que nos quedan. Ha obtenido medallas de campeona mundial, medallas de oro, plata y bronce y algunas metas que nos quedan que estamos planeando para el futuro”.
Rivas asegura que lo más lindo para sus compañeros máster y para sus alumnos, porque ella misma dirige como entrenadora, “es ver que tiene ese nivel mundial, es un gran ejemplo, no solo para nosotros en la parte interna de la Asociación de Natación El Milenio, sino de la natación en Costa Rica y en general del deporte nacional”.
Continúan los desafíos. La especialidad de Claudia Poll siempre fue el estilo libre, por eso llama la atención que sea segunda del mundo de su categoría en los 200 metros dorso en el escalafón que rige de 2018 a hoy.
Inclusive, al revisar las marcas de todos los años en esa categoría, ella posee el sexto mejor tiempo a nivel mundial.
¿Por qué Claudia nadó dorso? “Yo recuerdo que comenzando tenía a María del Milagro y era dorsista, era campeona centroamericana y centroamericana y del Caribe. Un año antes de asistir a nuestro primer campeonato mundial en 1975 en Cali, le propuse que nos cambiáramos a mariposa, ella era muy joven, lo aceptó y tuvimos un éxito extraordinario, porque fue quinto lugar en su primer Mundial”, relató Rivas.
Aquella experiencia lo llevó a plantearle algo distinto a Claudia, quien también aceptó.
“La propuesta era que con tantos años de haber nadado solo en las pruebas de libre, descansara un poco haciendo otros estilos. Le pareció bien y logré despertar ese interés que nunca había tenido por nadar ese estilo y porque no tenía las condiciones. Nos fue muy bien, se motivó. Luego nadó el combinado y regresó al estilo libre que es su punto más fuerte”.
Esa recomendación de variar la tradición del estilo libre resultó todo un acierto para la nadadora y su entrenador.
“Fue un experimento de Fran, de variar un poco la rutina y la verdad que me ha gustado mucho el cambio al dorso, que tengo la base del estilo libre, entonces estoy muy contenta con el cambio y como la natación puede ser para toda la vida, entonces el hecho de que pueda experimentar en otros estilos me gusta mucho”, aseveró Claudia Poll.