Eran las 1:05 a. m. del lunes 11 de enero del 2005. La final de la Copa del Café y el holandés Robin Haase estaba con el servicio en el tercer set ante el favorito número uno, el argentino Juan Martín del Potro.
El europeo, que había ganado la primera manga y perdido la segunda, remató con fuerza y la bola salió claramente fuera. Con ello, el favorito Del Potro “quebraba” el servicio y se pondría arriba 4 games a 3.
El juez de línea cantó la jugada tal como yo la observé, pero el árbitro de silla (el principal), Rodolfo Chacón, la cantó de otra forma y Haasse se dejó el game.
Del Potro, a la sazón un imberbe de 16 años, estalló en rabia. Saltó hasta la silla de Chacón y reclamó. Todos los presentes (menos Haase, claro está) apoyamos al suramericano.
Chacón no dio marcha atrás en su decisión y Del Potro perdió toda concentración, al igual que los dos siguientes games para darle la victoria a Haasse, con pizarra de 63-, 36 y 6-3.
Esa final del torneo juvenil de tenis más importante de Costa Rica, además de dramática porque la forma en que se definió, fue histórica porque es la única en las 44 ediciones cuya final se jugó bajo techo.
La lluvia obligó a dos suspensiones y al final a los organizadores no les quedó otro camino que, en la madrugada, llevar a definición a las canchas techadas del Costa Rica Tenis Club.
La primera vez que se suspendió la final fue a las 9:51 y se jugaba el primer set, con ventaja para Haase, 4-0.
Tras una hora y siete minutos de pausa, el juego se reinició para que Haase se dejara la manga, 6-3.
Una vez iniciado el segundo set y con Del Potro arriba, 2-0, la lluvia volvió y a las 11:22 p. m., de nuevo, se suspendió la final.
Tras un rato, el agua cesó y Del Potró ganó es manga, 6-3, pero cuando iba a arrancar la definitiva, el aguacero reapareció a las 12:01 del domingo.
Ambos tenistas aceptaron jugar bajo techo, pues debían volar a Venezuela para continuar en el circuito juvenil, por lo que pasaron a la cancha techadas, en donde a Del Potro se le robó la final de la Copa de Café.