La vallista Andrea Carolina Vargas se vio obligada a variar su calendario de competencias con mira a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, debido la pandemia por el coronavirus covid-19, en el arranque de su temporada competitiva con eventos en Texas, Estados Unidos, así como la Liga de Diamantes en Roma, Italia.
Andrea, quien entrena en Oregón, Portland, Estados Unidos, de momento ha tomado las medidas para salvaguardar su salud, junto a su familia, mientras las variables en su preparación las estará evaluando con su madre y entrenadora, Dixiana Mena.
“Ante la situación del coronavirus no vamos a competir en el Riley Texas que estaba previsto entre el 25 y 28 de marzo. Estábamos buscando también hacerlo en Granada, pero también fue pospuesto, por lo que debemos buscar otras alternativas y adaptar un nuevo calendario, pero eso lo vamos analizar con mi entrenadora en los próximos días”, explicó Vargas.
La campeona panamericana de los 100 metros vallas y clasificada a las justas asiáticas también descartó viajar a Europa, más aún con el cierre de fronteras, tanto en el Viejo Continente como en Estados Unidos.
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“Habíamos pensado ir a la Liga de Diamantes, pero se canceló la de Roma, Italia (28 de mayo), por la grave situación que vive ese país y porque cerraron fronteras. Es muy probable que la fecha de Estocolmo, en Suecia (24 de mayo) también se cancele, por lo que tampoco asistiremos. Vamos a esperar un poco, porque igual debemos armar un calendario de acuerdo a la decisión que se tome con respecto a los Juegos Olímpicos de continuar con la fecha o variarla”, afirmó Vargas.
Hacer caso a las recomendaciones. La especialista en los 100 metros con vallas y quien terminó en la quinta casilla en el Mundial de Doha, Catar, está atenta no solo a las directrices de salud en los Estados Unidos, sino también a las decisiones del Comité Olímpico Internacional, mientras espera la confirmación de las justas que de momento se mantienen en pie.
“Continuamos con los entrenamientos con normalidad, pero es claro que estamos tomando medidas de prevención, como lavarse las manos más seguido, no tocarnos la cara y en el gimnasio tenemos más cuidado a la hora de utilizar las máquinas. De momento estamos tranquilos, tomando en familia las precauciones y no contraer en virus”, enfatizó Vargas.
Desde noviembre anterior la atleta puriscaleña se trasladó a los Estados Unidos con su esposo David Jiménez, quien recibió una oferta de trabajo, así como con su pequeña hija Avril.
Su entrenadora, Dixiana Mena, ha viajado en dos ocasiones a los Estados Unidos para verificar los entrenamientos y estar atenta a sus tiempos y avances en la prueba. Además, estando en el país se comunican hasta dos veces al día y su progenitora sigue sus prácticas mediante videos que la atleta le envía para observar y corregir los detalles técnicos.