Lima, Perú. Andrea Carolina Vargas es un claro ejemplo de que los sueños se hacen realidad con esfuerzo, disciplina y mucha dedicación. La atleta nacional se dejó el oro en los 100 metros con vallas en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, una presea histórica que afirma se debe a los sacrificios que hace día a día con su familia.
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¿Cómo se siente al ganar esta medalla?
Sé que me falta mucho más camino, pero estoy muy feliz. Es lo máximo a lo que se puede llegar en América y jamás pensé en poder lograr la medalla. Lo soñé y traté de hacer lo mejor que podía.
Fue muy cerrado al final, ¿dónde sacó la ventaja?
Sabía que la primera valla me la iban a ganar, porque mi salida no es tan explosiva, pero sabía que podía acelerar aún más y alcanzar a la muchacha de Estados Unidos. Traté de dar lo mejor y no perder la concentración.
¿Por qué tanta emoción?
Sabía que no era fácil. Venía a clasificar a una final y jamás pensé que iba a tener la oportunidad de ganar medalla. Sí lo soñaba y sí traté de entrenar lo mejor que podía para lograrlo, pero significa mucho
¿Qué es lo primero que se le pasó por la cabeza al ganar?
Que lo había logrado, que gané la medalla de oro y se me vinieron a la cabeza todos los sacrificios que he hecho y todos los entrenamientos realizados.
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¿Se acordó de alguien en especial al ganar?
De mi mamá, que es mi entrenadora (Dixiana Marín). Sé lo feliz que está por este resultado, al igual que yo, porque son muchos los sacrificios que hacemos. También de mi hermana (Noelia), que vino a estos Juegos Panamericanos y le fue excelente, incluso, las dos tenemos la marca y vamos para Doha (Mundial de Atletismo). Igualmente se me vinieron a la cabeza mi esposo y mi hija de cuatro años, porque los dos se sacrifican mucho para que esté acá.
¿Qué significado tiene que su mamá sea su entrenadora?
Mi mamá sueña mucho, es demasiado emprendedora. Me motiva mucho, es muy fuerte y es la que me ha criado y me atiende en los entrenamientos. Antes de la práctica me dijo que creyera en mí, que siguiera adelante sin importar los resultados.
¿Cuántos años de entrenamiento para llegar a esta medalla?
Entreno con mi mamá desde los 15 años (tiene 21), pero practico formalmente desde los ocho años. Estuve con otros entrenadores, porque teníamos miedo que al ser mi mamá se diera algún conflicto. Sin embargo, desde que tengo 10 años ella tiene un grupo de entrenamiento, he visto los resultados que tiene y le dije que quería llegar a un Mundial. Ella me dijo que me ayudaba y hemos estado juntas desde entonces.
¿Inicialmente estuvo en pruebas de saltos?
Estuve en pruebas de calle primero, luego pentatlón, decatlón y nunca pensé en el 100 metros con vallas. Hacía 400 metros u 80 metros con vallas, pero fue hasta unos Centroamericanos y del Caribe que vieron que tenía agilidad para las vallas y me aconsejaron que me dedicara a esto.
¿En algún momento pensó en dejar esto ante tanto sacrificio?
He pasado por altos y bajos. Costa Rica es un país donde muy pocos llegan a niveles altos como atletas y cuesta. Al principio no creía mucho, algunas veces entrenaba bien, en otras mal y no me esforzaba mucho. Sin embargo, al ver que seguí mejorando y mejorando empecé a ser más disciplinada.
¿Qué le dijo el Presidente de la República en la conversación que tuvo con él?
Me dijo que esta medalla significaba mucho para el país, que estaba muy agradecido por la forma en la que estaba representando a Costa Rica.