Parece ilógico que el baloncesto, uno de los deportes escolares y colegiales por excelencia, hoy tenga menos participantes en Juegos Estundiantiles y Juegos Nacionales que el balonmano, una disciplina aún poco reconocida en Costa Rica.
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Según el registro de participantes de los Juegos Estudiantiles del 2016, el balonmano se coloca en la cuarta casilla, solo por debajo del fútbol, el futsal y el atletismo, quienes tienen una marcada superioridad.
Con un total de 4.429 atletas (un 2,6% del total), el balonmano supera a deportes con mucha más tradición como el baloncesto (1,4%), el voleibol (1,8%) y la natación (1%).
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Los esfuerzos de esta disciplina se han centrado en poner a jugar a los niños desde edades tempranas, pues aún no hay referentes internacionales o figuras conocidas que les permitan dar a conocer el deporte en Costa Rica, ya que es un deporte mucho más popular en Europa que en América.
El presidente de la Federación de Balonmano, Juan Carlos Gutiérrez, explicó que han centrado sus fuerzas y presupuesto en calar fuerte en los jóvenes, mediante un convenio con el Ministerio de Educación Pública que les permite participar en los Juegos Estudiantiles y capacitar a los educadores físicos.
Además, tienen liga de Primera División, división júnior y divisiones infantiles. El objetivo es multiplicar el número de participantes hasta alcanzar el nivel suficiente para destacar en el área.
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"Queremos multiplicar la población. Tenemos proyectado dominar Centroamérica en cinco años", explicó Gutiérrez.
El dirigente explicó que el balonmano es un juego que conlleva una alta exigencia física. Asegura que hay 15 técnicas distintas para anotar, lo que lo convierte en un deporte muy atractivo para los jóvenes.
"Es un deporte espectacular. Se requieren condiciones físicas desarrolladas, técnicas y tácticas", agregó Gutiérrez.
El crecimiento del balonmano también revela otra realidad: hay deportes que vienen en retroceso, como el baloncesto, que es el sexto en participantes, pese a que unos años atrás peleó por ser el número uno.
El presidente de la Federación de esta disciplina, Luis Blanco, explicó que una de las razones más fuertes que explican esta crisis se generó por las famosas becas deportivas. Cuando se produjo el auge del baloncesto, los colegios con más recursos becaron a los mejores prospectos, dejando a otras instituciones sin figuras para competir.
Esto ocasionó a su criterio que se produjeran diferencias abismales en los resultados de cada partido, lo que llevó a la desmotivación de algunos educadores físicos, que prefirieron abandonar los Juegos Estudiantiles.
Blanco reconoció que están tratando de volver a las raíces para incrementar el número de participantes desde la escuela, ya que considera que todavía hay muchos aficionados a esta disciplina en el país.
"En los '80 estuvimos casi taco a taco con el fútbol. Hoy estamos trabajando para capacitar y volver a motivar a los preparadores físicos, pero es durísimo porque vienen muchos deportes para arriba", agregó Blanco.