La pasión de Daniela Quesada por el baloncesto es tan grande, que la estudiante de Montverde Academy de Orlando, Estados Unidos, aprovecha sus vacaciones para venir a Costa Rica y participar en los Juegos Nacionales.
Gracias al baloncesto, en el 2013 la costarricense fue becada en esa institución de secundaria.
Por segundo año consecutivo, aprovecha el final del periodo escolar para representar a San Carlos en las justas.
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"Tengo amigas en el equipo y los Juegos siempre son bonitos; participar me llena de ilusión, significa muchísimo", cuenta la estudiante de 19 años.
Quesada no olvida la experiencia de las justas del 2015, cuando fueron locales y ganaron la medalla de plata.
"El año pasado, ver el apoyo que todo el pueblo sancarleño nos dio, fue muy bonito. Igual, aunque ellos no estén aquí, sé que nos están ayudando", agregó la distribuidora sancarleña.
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En algunas vacaciones también aprovecha para atender el llamado a la selección nacional.
Su experiencia en Estados Unidos la pone al servicio del equipo sancarleño, que en estos juegos suma dos triunfos y una derrota.
"Allá se entrena con más regularidad e intensidad; es todo muy físico porque nos llevan a hacer pesas. La verdad es que estar ahí es lo mejor que me pudo haber pasado", reconoció Quesada.
Familia ligada al básquet. Los papás no quitan su mirada del juego de Daniela, ya que los Juegos Nacionales, además, son una oportunidad para pasar tiempo en familia.
"Aprovechamos para verla y estar con ella cuando viene a Costa Rica. Desde que se nos fue veíamos los juegos que hacía allá por Internet", comentó su mamá, Mirna Villalobos, quien participó en siete ediciones de Juegos Nacionales.
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Neftalí Quesada, padre de Daniela, también tuvo recorrido en Juegos, ya que participó en tres ediciones.
Ellos son los principales mentores de la distribuidora sancarleña y de sus otras tres hijas, quienes también jugaron baloncesto.
"Somos los aficionados número uno de nuestra hija. Hemos seguido su proceso, apoyándola en todo momento, dándole consejos, ayudándola, si había que entrenarla aparte, la entrenábamos aparte", cuenta doña Mirna.
En la cabeza de Daniela está la ilusión de ganar su segunda medalla en Juegos, pero además estudiar Microbiología o Farmacia en una universidad en Estados Unidos, donde pueda también continuar su desarrollo como atleta.