Aún recuerda con cariño su infancia, al crecer en la comunidad de Matapalo, en la península de Osa, hasta los nueve años, cuando sus padres decidieron trasladarse a vivir a Hawaí, cerca de sus abuelos.
Brissa Hannessy tiene muy claro que nació en San José, Costa Rica, e incluso recuerda con orgullo el lugar donde vino al mundo: la clínica Santa Rita.
Esto es porque desde que empezó a surfear, en su mente siempre ha estado representar algún día los colores patrios, a pesar de que el año anterior logró el título mundial de la Asociación Internacional de Surfing (ISA), en la categoría Junior, por Hawaí. De hecho, esa vez derrotó a la tica Leilani McGonagle.
Desde hace nueve meses Hannessy empezó los trámites ante la ISA para competir por nuestro país, con la anuencia de la Federación de Surf de Costa Rica, para optar por ser seleccionada nacional y cumplir con el ciclo olímpico, en procura de tener opción de competir en las Olimpiadas de Tokio 2020.
La ISA dio el aval correspondiente y Brissa actualmente está en la preselección de nuestro país para el campeonato Mundial la ISA, que se realizará en Japón en setiembre próximo.
Brissa figura en el top 10 de la World Surfing League (WSL), por lo que de cerrarse hoy la clasificación a las justas de Tokio 2020, ella estaría clasificada.
“Mi familia y yo estamos muy emocionados de poder representar a Costa Rica, que es el país que me vio nacer; para mí es un sueño. Muero por ser parte de un equipo de surf de tan increíbles resultados para darlo todo por sus colores y compartir su filosofía del pura vida por todo el mundo”, indicó Hennessy en una entrevista a la Federación de Surf de Costa Rica.
En la actual temporada Brissa ganó el evento 3.000 de la WQS en Sudáfrica, donde Leilani McGonagle fue quinta; no obstante, desde el año anterior tenía claro cuáles son sus pretensiones.
“Mis padres se mudaron a Costa Rica en 1995 y allí vivieron por 15 años. Yo tuve la bendición de nacer en San José en 1999. Crecí en Matapalo, en la península de Osa, cerca del océano y la selva tropical. Era un lugar mágico, lleno de vida silvestre. No había teléfonos ni electricidad y el agua venía de las montañas”, recordó Hannessy.
La surfista comentó que siempre se ha sentido tica, aunque es claro que guarda un gran cariño por Hawaí, de donde es su familia.
“Soy afortunada por haber nacido y crecido en dos de los lugares más bellos del mundo, con olas increíbles y con una gran belleza natural, pero mi vida y mi educación en Costa Rica definieron quién soy ahora. El surf fue parte de mi vida y de mi familia todos los días en Matapalo, porque mis padres tenían una escuela de surf”, agregó Hennessy.