Escazú. La primera ronda de la Copa del Café históricamente es una muralla para los costarricenses.
Sin embargo, de vez en cuando algunos encuentran algunos hoyos por los cuales atravesar.
Ariana Rahmanparast y Julián Saborío, designados raqueta número uno del país en femenino y masculino, lo hicieron anoche.
Ambos se convirtieron en uno de los apenas 55 ticos que en 50 años que tiene el torneo de existir lograron hacerlo, según un recuento realizado por La Nación .
Decisión acertada de la organización de dejarlos como los platos estelares de la jornada. Ambos le dieron a las aproximadamente 800 personas que llegaron a la cancha estadio del Costa Rica Country Club, sede de toda una vida del certamen, una gran alegría y una muestra de un tenis muy sólido.
Por un lado, la tica de descendencia iraní, que también se clasificó en 2012, venció a la estadounidense Delanie Edwards, 6-0 y 7-5.
“Disfruto mucho esto. Jugar ante tanta gente motiva demasiado. No quería perder por nada del mundo. Hice un buen partido”, expuso una orgullosa Rahmanparast.
Su problema es que el siguiente paso, el de avanzar a tercera ronda, ese que solo siete costarricenses pudieron cumplir, deberá intentar darlo ante la sembrada uno de la Copa, la checa Marie Bouzkov.
Mientras tanto, a Saborío le tocó bregar contra el décimo sembrado, el israelí Edan Lesher. Y lo dominó por completo con un poderosísimo saque, pulido en los últimos dos años en la academia de tenis GTA, en Estados Unidos. Ganó 7-6 y 7-6.
“Este debe ser uno de los partidos más importantes de mi vida. Esto es una sensación increíble. Venía con muchas ganas, pero no esperaba esto. Me siento demasiado feliz”, expresó Julián, que ahora jugará con el japonés Riki Oshima.
Los otros nueve costarricenses que estuvieron en la llave principal no pudieron ganar un set.