Con solo seis años, Alfredo Sánchez Retana viajó a España en el 2010 para realizar una pasantía en el FC Barcelona, conocer a su ídolo Lionel Messi y ver un partido de los azulgranas frente al Celta de Vigo, gracias a la Peña oficial de los azulgranas en Costa Rica.
Sin embargo, aquella alegría e ilusión de convertirse en futbolista profesional acabó poco después de aquel viaje, cuando se le diagnosticó la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, la cual es un trastorno de la niñez que ocurre cuando se interrumpe temporalmente la irrigación sanguínea en el fémur y la articulación de la cadera, por lo que el hueso comienza a morir y son muy comunes las fracturas.
Aquella noticia dejó al pequeño Alfredo sin su deporte favorito, sin saber que al mismo tiempo le abriría la oportunidad de practicar una nueva disciplina deportiva, la que le permitió participar en Juegos Nacionales, ser seleccionado nacional, representar al país en un Mundial junior y a sus 17 años clasificar a los Juegos Panamericanos Junior, a realizarse en Cali, Colombia, en setiembre próximo.
Además su buen desempeño en el tenis de mesa y su rendimiento académico, le ayudó a optar por una beca parcial en Temple University en Filadelfia, Estados Unidos, donde espera estudiar bioingeniería.
El ganar un cupo al Panamericano de Colombia junto a Daniel Araya Aguilar, en la categoría de dobles masculinos, durante el torneo clasificatorio que organiza la Federación Costarricense de Tenis de Mesa (Fecoteme), le permitió a Alfredo demostrar su gran nivel como tenismesista. Jamás habría imaginado que la recomendación de su abuela, Marta Calderón, cuando el dolor lo embargaba hace una década, hoy daría tan buen fruto.
Alfredo ganó dos de los tres puntos decisivos para nuestro país, en el partido frente a la dupla de Guatemala, en el que con Daniel Araya, Costa Rica se llevó el triunfo 3-2. El entrenador de los ticos es el venezolano Ricardo Ortiz.
En la rama femenina Nicole Granados Mora obtuvo su boleto, tras derrotar a Lía Rodríguez de Panamá, en la final del evento Individual con parciales de 11-7, 14-12, 11-7 y 11-8, al igual que Sharon Díaz Arroyo, luego de vencer en un vibrante juego 4-2 a Ana Aragón de Perú, con parciales de 11-5, 4-11, 11-6, 9-11, 8-11 y 6-11.
Sin correr. El joven josefino indicó que a pesar de ser un muy pequeño, aún tiene en su memoria aquella oportunidad que se le brindó con el Barcelona y cómo una enfermedad cambió todo en su vida.
“Aunque era muy niño recuerdo la experiencia de conocer a Lionel Messi y estar en el Camp Nou, fue muy emocionante, entrenar por una semana. Estaba muy chico, pero yo quería jugar fútbol, ese era mi sueño. Sin embargo, meses después me diagnosticaron la enfermedad Legg-Calvé-Perthes y no podía correr ni brincar y aunque no entendía muy bien el por qué, dejé de jugar al fútbol”, comentó Sánchez.
Alfredo confesó que aunque probó en la natación e incluso el ciclismo, porque no eran deportes de alto impacto, finalmente el tenis de mesa lo cautivó, gracias al convencimiento de su abuelita.
“Ella jugaba al tenis de mesa y me explicó cómo jugar. Me fue gustando mucho y no era necesario correr ni brincar. Con el tiempo la enfermedad fue desapareciendo y uno puede llevar una vida más normal. Pero en mi caso el tenis de mesa se convirtió en mi deporte favorito y ahora no lo cambio por nada, pues me ha permitido ser seleccionado y conocer muchos países. Además me abrió las puertas para estudiar en los Estados Unidos”, añadió Sánchez.
Actualmente, el deportista cursa el duodécimo año en el Laurel Spring de California, Estados Unidos, mediante lecciones en línea. Concluirá en julio próximo e inmediatamente piensa trasladarse a Filadelfia, para iniciar sus estudios universitarios.
“La intención de estudiar en línea era tener tiempo para entrenar y viajar a los torneos internacionales para mejorar mi nivel. Uno se acostumbra y más ahora que todo el mundo lo hace virtualmente. Con la pandemia ha sido complicado, pero poco a poco hemos ido encontrando el ritmo de competencia y alcanzado nuestros objetivos”, manifestó Sänchez.