En la casa de Marta Milanés, su familia y su equipo de ciclismo se reunieron para orar por ella, luego de que los médicos le habían pedido que se despidieran de su madre y entrenadora, pues no le daban posibilidades de sobrevivir tras contagiarse de la temida covid-19.
Durante 22 días estuvo entubada, luego de ingresar a un centro médico en diciembre del 2020 por un ataque de asma, que se desarrolló hasta convertirse en una neumonía a causa del virus de la covid, que la llevó al borde la muerte.
Dos años han pasado desde aquel terrible momento para doña Marta, quien superó la enfermedad y hoy vive más que nunca la posibilidad de estar presente en la Vuelta a Costa Rica Telecable 2022, como entrenadora del equipo Arroz Halcón Parabrisas Morales. Es la única estratega del giro a la tica.
Aunque empezó en el mundo del ciclismo ayudando a su hijo José Morales Milanés en los Juegos Nacionales y más tarde a sus otros hijos Johnny y Jennifer, la pasión siguió creciendo al punto de hacerse cargo de su propio equipo y formar parte de la caravana multicolor más importante del país.
“Hace dos años Dios me prestó vida, pues estuve muy grave en el hospital. Mi famiia y los muchachos del equipo llegaron a despedirse de mí en el hospital, pero gracias al Todopoderoso estoy aquí. Después de 22 días en coma y entubada, desperté el 31 de diciembre del 2020. Fue como un milagro y ahora celebro dos veces al año mi cumpleaños; en diciembre y en febrero. Fue un milagro”, confesó Milanés.
La estratega confiesa que desde aquella experiencia tiene otra mentalidad, pues cree firmenente que Dios tiene cosas importantes para su vida y por ello trata de vivir intensamente cada día.
“Luego de pasar por la experiencia de la covid-19 diciembre es una ‘fiesta‘ para mí, es el baile de nosotros por lo que representa. Hsce dos años todos estaban esperando una mala noticia y hoy Dios nos tiene aquí en la Vuelta a Costa Rica, compartiendo con las personas que amo, el deporte que me gusta y que practica mi famiia”, manifestó Milanés.
Una familia
Marta Milanés, quien es licenciada en Contaduría Pública y además administra un negocio familiar, recordó que sus hijos le pedían que los acompañara a las competencias de ciclismo en Juegos Nacionales y les diera asistencia. Debido a que no podía estar adelante en la caravana, por reglamentación, decidió prepararse para ser entrenadora y así estar en las carreras.
“Fue todo un proceso. La única manera de estar con ellos era estudiado. Por eso recibí capacitaciones en el Comité Olímpico de Costa Rica y en el Instituto Costarricense de Deporte (Icoder). Además me actualizo constantemente, cada vez que puedo, para ayudar al equipo en todo lo que puedo”, agregó Milanés.
Para la estratega es su cuarta Vuelta Ciclística a Costa Rica, luego de estar presente en 2016, 2017, 2018 y 2022. En la edición del 2019 su equipo no recibió la invitación, por lo que es muy especial para ella y su escuadra retornar al evento de los pedales más importante de nuestro país.
El actual plantel es integrado por loa ciclistas Jaime Coto, Vladimir Fernández, José Varela, Kristopher Vega, Leonardo Campos, Jeaustin Umaña y Kevin Vásquez, así como el masajista Junior Zamora y el mecánico Moisés Hernández.
“Gracias a Dios que me ha dado esa fortaleza para dividirme en tanto y sacar el rato para ellos. Trabajo, soy ama de casa, estoy al cuidado de mis padres, además de mi negocio. Tengo un rol de trabajo muy intenso, pero por dicha me da la oportunidad de cumplir con todas mis obligaciones”, agregó Milanés.
La estratega no solo debe atender su faceta de madre y ama de casa, también debe estar atenta a todas las necesidades de su equpo antes y durante de cada competencia.
“Más allá de ser la entrenadora, yo les lavo los uniformes, les cocino, les alisto la asistencia de cada carrera, junto con mi hijo José Morales, quien es el otro entrenador. Tratamos de hacer todo lo mejor posible para que ellos estén con la mayor comodidad que podemos”, declaró Milanés.
Para Marta su equipo es su familia, pues tiene claro que su rendimento va de la mano con el bienestar del grupo y ella siempre los protege y cuida antes de cada evento.
“A todos los veo como mis hijos, todos son muy buenos, no tengo queja. El fin de semana antes de una carrera todo el equpo está en mi casa y yo los atiendo como si fueran mis hijos. Aquella casa siempre está llena. ¡Bendito sea el señor! Yo quiero mucho a todos los muchachos, ellos son muy especiales y todos me respetan mucho, que es lo principal”, afirmó Milanés.
Marta explicó que desde niña siempre le gustó el ciclismo. Recordó que su padre les compró una “bicicleta 28″ y que aprendió sola, impulsándose desde el cordón del caño y metiendo parte de su cuerpo en medio del marco porque no alcanzaba los pedales.
Aunque nació en Cañas, Guanacaste, Marta Milanés tiene más de 45 años de vivir en Grecia y allí es donde tiene la base su equipo, del cual confiesa tiene mucho talento y el objetivo en la edición 56 de la Vuelta a Costa Rica es dar lo mejor en cada una de las etapas.
“Quizas no tenemos las condiciones de otros equipos, pero hacemos el sacrificio para que ellos estén bien. Desde Arroz Halcón que nos tendió la mano para la Vuelta, hasta la tienda Raúl Vega que creyó en nuestro proyecto, les agradezco esa confianza y también insto a la empresa privada a apoyar este deporte que es de mucho sacrificio, pero que da grandes satisfacciones”, admitió Milanés.