Ese histórico equipo de baloncesto necesitaba volver a escena como en los tiempos en que ejercía un dominio total en los aros ticos. Aunque cuenta con el honor de ser el quinteto con más coronas en esta disciplina, muchos seminaristas de corazón sentían que era necesario un regreso contundente, y vaya manera de hacerlo.
Abogados Seminario E.L. acabó con la sequía de 35 años y se proclamó campeón nacional de la Liga Superior de Baloncesto (LSB), al imponerse en el quinto juego contra Pelicans PFC de Puntarenas con marcador de 59-79 en el gimnasio Rafael Rodríguez, en San Ramón.
Fue como un efecto en cadena; si no que lo diga el técnico Pablo Martínez, quien vive un verdadero sueño. Todo empezó el año pasado, cuando guió al equipo femenino al título sin imaginarse que sería el impulso para ganar también el campeonato con el cuadro masculino.
“Yo creo que todo esto empezó con las chicas del femenino. Honestamente, en mi cabeza no estaba nada de esto, ni en el torneo anterior ni en este torneo. Las chicas empezaron el año pasado a empujar, se hizo realidad y se dio el título con el esfuerzo de ellas.
“Esto nos dio una voracidad que en ese momento no teníamos y empezamos a plantear qué tal si volvemos con el equipo masculino. Ahora les tocó el turno a los muchachos. De nuevo les tocará a ellas otra vez y aquí vamos”, expresó el técnico Pablo Martínez.
Por momentos no lo cree, pero responsabiliza de todo a las jugadoras y a los jugadores, porque han sido impecables y son quienes juegan.
El resurgir de Abogados Seminario E.L.
Abogados Seminario E.L. está conformado por jugadores que fueron exalumnos de la institución y se reforzaron con figuras que llegaron a marcar la diferencia y hacerse sentir en el rectángulo de juego.
La final fue vibrante y muy peleada. Destronar a Pelicans no resultó nada sencillo, en una serie donde los seminaristas tenían una ventaja de 2-0 y los naranjas ganaron los siguientes dos partidos para forzar a ese quinto juego definitivo.
Con eso parecía que las cosas se ponían cuesta arriba para los nuevos monarcas de los aros ticos, porque aunque quedaba un partido en el que podían pasar muchas cosas, también es cierto que los naranjas llegaban con esa fuerza motivacional de tener una posibilidad más después de cómo empezó la serie.
“Todo el torneo fue igual a la final, nada estaba por sentado. En la clasificación del torneo regular, entre la posición dos y la ocho se vio que el sétimo le ganó al segundo. Nosotros empezamos perdiendo el primer partido contra Escazú, que nos metió en unos problemas terribles”, relató Pablo Martínez.
Recordó que también perdieron el primer partido contra San Ramón y señaló algo interesante, pues Abogados Seminario E.L. le iba ganando a Escazú casi por 20 puntos y perdieron ese juego, aunque luego resolvieron la serie.
Con San Ramón pasó lo mismo y con Puntarenas también, porque las dos veces les sacaron casi 20 puntos, se les pegaron y los naranjas empataron la serie con dos victorias apabullantes.
“Todo el torneo fue como una manipulación de momentos de los equipos, un torneo muy emocional para todos y entendimos en algún momento de la final que la clave era tratar de manipular el momento del juego para poder dar el golpe en el último partido”, analizó el técnico seminarista.
Pese a la presión de Pelicans, Abogados Seminario E.L. supo controlar el balón, darle movimiento y encontrar el espacio adentro con Robert Hawkinson o afuera con Manrique Alvarado.
“Sacamos una ventaja de 19 y en el segundo cuarto en un momento se nos pusieron a un punto. Lo que pasa es que el esfuerzo físico de recuperar eso es demasiado y sabíamos que para el tercer cuarto, Puntarenas por más que quisiera, no iba a poder tener físicamente la misma intensidad. Esa era la clave y nos enfocamos en ganar el tercer cuarto, aunque fuera por un punto y el último periodo fue de administración de tiempo”.
La crónica de la final entre Pelicans y Abogados Seminario E.L.
Con la serie empatada 2-2, cualquier cosa podía pasar y lo único cierto es que esa noche habría campeón. Empezó el partido y fue un primer cuarto para el olvido para el equipo de Pelicans.
No lograron tener el control del balón y el equipo de Abogados Seminario E.L. aprovechó los errores en ofensiva de los porteños para montar las transiciones, con juego muy veloz y un Robert Hawkinson impecable en la pintura para adelantarse en el marcador.
Para la segunda mitad, el Puerto intentaba meterse en el juego con gran ayuda de su afición que no paró de alentar y con Daniel Shedden poco a poco encontraron la llave para acortar la distancia.
Los seminaristas seguían intentando mantener la ventaja con lanzamientos de larga distancia, pero no los convertían. A falta de 4:25 para finalizar el segundo cuarto, el marcador era favorable para los seminaristas por 18 a 31.
En el tercer cuarto, Abogados Seminario E.L. reajustó su defensa y comenzó a correr más. Los tiros de larga distancia no fueron su fuerte en ese partido, pero la media distancia y el juego en la zona pintada les daban réditos para volver al juego y mantener la ventaja.
De la mano de Manrique Alvarado y Robert Hawkinson recuperaron la ventaja y ese tercer cuarto se acabó 43-60.
El último round estuvo cargado de emociones. Pelicans intentó descifrar por dónde estaba la vía para disminuir el marcador, mientras que Abogados Seminario E.L. se enfocó en su trabajo para mantener la ventaja.
Pelicans presionó en toda la cancha, pero los seminaristas supieron controlar el balón y encontrar a Manrique Alvarado, que a falta de 1:33 clavó un triple de larga distancia que hirió a los naranjas.
Robert Hawkinson se lució con 34 puntos y 30 rebotes, en una noche espectacular para el norteamericano.
El partido se acabó 59-79 y Abogados Seminario E.L. reina de nuevo en el baloncesto nacional. 35 años después volvió a ser campeón nacional. En el conteo histórico de coronas en los aros, Seminario tiene 19 títulos, Ferretería Brenes Barva consiguió 9 estrellas y el Liceo de Costa Rica suma 8.