Primero hubo tensión, nervios e incluso silencio. Después aparecieron gritos de felicidad, pitos y bombetas.
La familia del atleta Kenneth Tencio Esquivel pasó por muchas emociones durante la final del BMX Freestyle en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El distrito de Guadalupe de Cartago se convirtió en el epicentro de una celebración que incluyó muchas partes de Costa Rica gracias a la presentación del nacional.
Tencio estuvo muy cerca de la medalla y la espera por saber su resultado también provocó minutos de zozobra.
Así lo vivió su mamá, Dunia Esquivel, quien describió la noche de este sábado como “demasiado emocionante”.
“A la hora de la competencia me quedo congelada, me quedo viendo y no hago bulla, no hablo. Tenía las manos dormidas. Pero cuando terminó me hinqué a darle gracias a Dios y ya grité y fui feliz porque todo salió super bien”, comentó mediante llamada telefónica mientras se escuchaban de fondo los pitos de los carros que iban pasando por su casa.
La familia decoró la casa donde creció Tencio con mantas y luces, por lo que la casa era fácilmente identificada. Este sábado también hubo música y felicitaciones hacia los progenitores del atleta.
“Ha venido mucha gente a felicitarnos, porque nosotros ambientamos bonito para la competencia”, comentó el papá de Kenneth, Danilo Tencio.
Tanto él como su esposa están completamente seguros de que la meta de su hijo era conseguir una medalla, pero el resultado los llenó de orgullo por lo visto durante la competencia.
“Él le pone todo el corazón a esas competencias, eso lo valoramos, pone mucho amor, lo da todo”, comentó doña Dunia con una voz que aún denotaba sus emociones.
“Él iba con todo porque sabía que era la única forma de ganar una medalla, no se puede hacer nada. Se ve que se sentía bastante contento y ahora a seguir mejorando para los próximos Juegos Olímpicos”, añadió don Danilo.
De eso están seguros: Kenneth seguirá entre los mejores del mundo, así como lo demostró desde Tokio.
Su mamá asegura que la celebración fue como si se hubiera colgado una presea y no es para menos.
Para ellos fueron dos días de tener los nervios y la ilusión a tope. El viernes se reunieron con sus otros hijos en Quircot de Cartago, y este sábado decidieron vivir la competencia desde su casa.
La mamá del tico quedó sin aliento en la primera ronda y luego “explotó” con las calificaciones.
Después llegó el momento de más angustia, cuando todo el país estaba a la espera de si el bronce quedaría de este lado.
“Ahí nos quedamos pensativos, esperando a que terminaran los demás, pero igual emocionados, en suspenso. Al final a uno le da tranquilidad y satisfacción de lo que hizo”, añadió.
Tanto los papás de Tencio como el resto del país supo que la tarea se cumplió.