Lo soñaba y luchó con todas sus fuerzas por conseguirlo, pero hoy que es una realidad, a Jake Pérez le parece mentira verse como el nuevo jugador de la organización de los Padres de San Diego.
Verse ahí sentado, en la oficina del Complejo de los Padres en República Dominicana para estampar su firma como beisbolista profesional se convirtió en un momento mágico para él.
Ya él se había hecho a la idea de regresar a casa, por un año atípico, porque a pesar del esfuerzo, el trabajo y su mejoría como jugador en la academia Ostrov-Hunt, no había claridad.
El nuevo coronavirus estropeó las ilusiones de muchos, al enfriar en muchos casos la tentación de los scouts por hacerse de los servicios de nuevos prospectos.
“Fue como raro porque ya había hablado con mi mamá de que me devolvía para Costa Rica, no fue fácil dejarlo todo en su momento para estar en Dominicana por tanto tiempo. Sin embargo, los Padres volvieron a ver mis videos, posteriormente me visitaron otra vez y se decidieron por darme la oportunidad. Fueron muchos tryout con diferentes equipos y al final los Padres me firmaron”, comentó Pérez, quien se declara fiel creyente en la oración, en la buena comunicación y relación con Dios para salir adelante.
“Yo a los chicos les digo que primero nunca se rindan, que nadie se interponga en sus sueños, que luchen por ellos, pero que oren mucho, que Dios siempre está ahí en el momento que uno menos cree”, acotó.
Fue hasta juntabates de Selección
Su camino no fue tan solo permanecer en una tierra extraña, lejos de la familia, amigos y estudio para alcanzar su sueño con 20 años de edad, su formación como pelotero inició desde muy chico cuando asistía a las canchas de La Sabana a jugar pelota.
Su entrenador en ese entonces, Hugo Acevedo, lo recibió con los brazos abiertos y forjaron juntos una relación de deporte y de gran amistad que con el tiempo se ratificó porque en los equipos de Acevedo siempre hubo espacio para Jake.
“Claro que recuerdo que llegó todo flaquillo a La Sabana, la verdad que un gran muchacho, educado, enfocado en jugar béisbol, líder en su puesto aunque como todo chiquillo medio ‘maldoso’, porque era de los que estaba ahí molestando y haciendo bromas con los compañeros. Lo tuve en mis equipos y hasta de juntabates en una Selección”, recordó Acevedo.
Pasó por equipos de Liga Menor como los Gigantes de La Sabana, CCDR de San José, CCDR de Alajuela, Selección Nacional y ya a los 16 años jugaba Liga Mayor con el equipo alajuelense.
Un jugador que fue de menos a más en una posición que para nada es fácil en el diamante, ser shortstop, estar ahí entre la segunda y tercera base para parar en seco cualquier ataque del rival, con mucha concentración, velocidad, buen fildeo y buen brazo.
“Lo de Jake era béisbol, destaco mucho la visión de su mamá porque a pesar de las dificultades lo mantuvo ahí jugando, él fue creciendo, ahora usted lo ve mucho más veloz y fuerte. Y en eso también yo le doy mérito al entrenador Julio Villalón, el conocido ‘Brujo’, que lo estuvo entrenando al lado de Kyrian Medrano, el mejor amigo de Jake”, relató Acevedo.
Pérez nunca se sintió solo, recibió también el apoyo de Elpidio Serrano, coach que forma parte del área de desarrollo en la Federación Costarricense de Béisbol y es instructor para Latinoamérica de Mayor League Baseball (MLB). Él aconsejó a Jake en cada uno de sus pasos porque ha tenido formación en scouting de jugadores y contactos en suelo dominicano.
“Es un gran muchacho, con San José él ganó medalla de oro en Juegos Nacionales y estuvo acá entrenando en Béisbol City (local de caja de bateo) antes de irse a Dominicana”, indicó Serrano.
“Muchas personas me han ayudado en este proceso, a todos les agradezco tanto apoyo. No puedo olvidar a dos personas como Hugo Acevedo que abrió las puertas de su casa y hasta me dio la oportunidad de trabajar en su negocio y de Elpidio Serrano por todos sus consejos en este proceso”, dijo Pérez.
Mamá de Jake: ‘Va a llegar lejos’
Su madre, doña Jacqueline, jugó un papel importante en la consecución de este objetivo de ser firmado. Ella sabía que su ‘niño’ estaba para grandes cosas.
“Me siento muy orgullosa de que ese sueño haya sido cumplido, lo he apoyado desde niño y cuando uno ve todo ese empeño sabe que Dios lo recompensará. En mi corazón siempre he sentido de que va a llegar lejos”, apuntó ella con gran orgullo.
En tanto que Jake señaló: “Mi madre, mi hermano y mi novia también son parte de este éxito y sé que mi mamá ha llorado mucho. A ella le agradezco porque luchó por la familia, se esforzó porque no nos faltara nada. Y mi novia a pesar de la distancia fue de las que estuvo ahí para sostenerme cuando sentía que ya no se iba a dar, ambas fueron de gran motivación para mí”.
Jake Pérez es de padres cubanos, pero tico de nacimiento.
Apenas es el primer escalón
Él no es el primer tico en lograr una firma de este calibre. En la historia del béisbol tico existe un grupo selecto de peloteros que también cumplieron su sueño desde el año 50-60 a la fecha: Danny Hayling (Dodgers), Huey Holden (Cleveland), Antonio Paddyfoot (Cleveland), Manuel Zúñiga (Boston), Juan Villalobos (Pittsburgh), Alejandro Hueda (Toronto), Alexander Flores (Toronto), Harry Fernández (Toronto y Seattle), Jeffrey Spencer (Atlanta), Berny Granados (Colorado), Antony Fage (New York Mets), Erick Zamora (Tampa Bay), Sebastián Martínez (Tampa Bay), Alex Torres (Cleveland) y Bryan Solano (Astros), éste último en 2017.
“Es una gran responsabilidad, ya el lunes me integro al equipo, debo jugar primero en la Liga Instruccional y en enero definirán si me mantengo por acá o si viajo a los Estados Unidos a integrarme a otro de sus equipos, sé que el proceso apenas inicia”, reconoció Pérez, quien está seguro de que la disciplina es clave para la consecución de las metas.
“Yo acá en Dominicana entreno dos veces al día, ya a las 6 a. m. estoy arriba. También debemos cumplir con reglas. Por ejemplo, después de las 9 p. m. no se puede usar el celular, así que todos enfocados en béisbol”.
Su preparador físico en la Academia, Ozzy Velásquez, manifestó que el tico mejoró mucho en todos los aspectos, pero lo que llamó más la atención fue su velocidad.
“A mí realmente me marcó mucho Jake, él logró algo que no todos lo hacen que es marcar 6.2 en las 60 yardas. Ya él venía con un buen tiempo, pero aún así lo mejoró y captó la atención de los scouts”.
Pérez se une a Bryan Solano de los Astros como los dos ticos que militan en la actualidad en una organización de Grandes Ligas. En el caso de los Padres este equipo tiene sede en San Diego California y compite en la división oeste de la Liga Nacional en las Mayores. Sin duda el gran horizonte que trazará en su mente el campocorto costarricense.
Pérez sabe que su firma llega en un buen momento porque la Federación Costarricense de Béisbol (FCBéisbol) trabaja fuerte en la masificación de la disciplina.
Su historia e imagen será inspiración y motivación para las nuevas generaciones.