Diana Smith nunca imaginó que la publicación de una nota y unos videos en el sitio digital del periódico La Nación llevarían a su hijo, Joshand Johnson, por un increíble viaje en su vida, desde la escuela de Cieneguita en Limón hasta el colegio Nuestra Señora de los Reyes en Andalucía, España.
Joshand, con apenas 12 años y 1,92 metros de estatura, parecía un gigante junto a los otros niños en la final nacional de los Juegos Estudiantiles realizada en Amadita Primary School, en Coronado, San José, el 4 de setiembre de 2018, cuando representaba al centro educativo Balvanero Vargas.
Aquellas imágenes de un chico con movimientos torpes y lentos llamaron la atención del cazatalentos George Vejarano, un promotor estadounidense, quien conversó con la mamá de Joshand sobre la posibilidad de matricular a su hijo en el Real Betis de España, en un programa académico donde el joven podría desarrollar todo su potencial.
LEA MÁS: La promesa del baloncesto limonense es un niño de 12 años que mide 1,92 metros y calza 47
Cinco años después, Joshand, quien hoy mide 2.06 metros y calza 51, con apenas 16 años, conquistó el título regional con el Real Betis a nivel colegial, a pesar de que desde hace 12 años su institución no ganaba el cetro y su equipo era considerado uno de los más débiles del torneo.
Además, fue llamado a integrar la Selección Sub 17, uno de sus grandes sueños y por el cual oraba en las noches, según cuenta su mamá.
Joshand integró el combinado patrio que la pasada semana disputó el Centrokasket en Belice. Aunque los resultados no fueron los mejores, el caribeño y sus compañeros dieron la pelea ante potencias regionales como República Dominicana y México.
“Después de los Juegos Estudiantiles, mi vida ha cambiado mucho. Luego de la nota que salió en La Nación, varios cazatalentos la vieron y finalmente fiché para el Real Betis en España, donde juego y he mejorado muchísimo, tanto tácticamente como personalmente. Progresé muchísimo”, confesó Johnson.
El joven, quien aún debe comprar sus zapatos (calza 51) por internet al nunca encontrar de su talla en comercios normales, explicó que no solo le tocó mejorar en el aspecto deportivo, sino también en el ámbito académico, así como madurar rápidamente al pasar por momentos difíciles.
Una vez que fue fichado por el Real Betis en el 2020, a sus 13 años y 1,99 metros, le tocó aprender a hacer de todo por su cuenta, al vivir sin sus padres y lejos de sus amigos, con un estricto horario donde debe combinar el estudio y sus entrenamientos.
“En España todo es un poco más organizado. Cuando llegué, tuve que ponerme las pilas, como decimos popularmente, y gracias a los valores que me inculcaron desde niño y las buenas notas que saqué en el colegio, me ha ido demasiado bien”, declaró.
“Se debe aprender a organizar el tiempo de estudio y deportivo. Justo después de los entrenamientos, debemos estudiar antes de volver al colegio porque no es fácil llevar la vida deportiva con la académica. Fue un gran sacrificio dejar Limón y mi familia, pero ha valido la pena”, añadió.
LEA MÁS: Limonense de 13 años de 1,99 metros fue fichado por equipo de baloncesto del Real Betis de Sevilla
Otro de los factores que tuvo que sobrellevar el talentoso basquetbolista fue lidiar con la soledad en la época de la pandemia de la Covid-19, que azotó al mundo entero y con gran fuerza en España.
“Al principio me dio mal de patria, unas tres semanas después de que mi mamá se vino de España, porque ella me había acompañado para que pudiera organizarme. En aquellos días era difícil y cuando uno está desanimado y sin ganas, uno mismo se tiene que dar la palmadita en la espalda”, reflexionó.
“Para colmo, cayó la pandemia, por lo que tuve que estar encerrado dos meses hasta que se dio el corredor humanitario y pude venirme a Costa Rica”. Aquellos días fueron muy complicados porque nadie esperaba que la pandemia causara tantos estragos en el mundo, recordó.
Salir campeón
Precisamente, enfrentarse a las adversidades y salir avante contra todos los pronósticos parece ser el sello distintivo de Joshand. No solo se convirtió en campeón de su categoría, sino que también aprendió a cocinar para sus compañeros de España, Rumanía y del continente africano.
“Cuando llegué a España, me costaba un poco coordinar mi cuerpo. Sin embargo, con acondicionamiento físico y trabajos técnicos, he podido llegar a ser quien soy hoy. Aún me falta terminar mi último año de colegio en España y concluir mi etapa como junior. Después pensaré en seguir mis estudios y jugar a nivel profesional o estudiar en los Estados Unidos en una universidad”, destacó.
Su primera gran victoria fue obtener el campeonato de la región de Andalucía con el Real Betis, y ahora podrá disputar la final a nivel nacional con su club.
“Quedar campeón de Andalucía fue una gran motivación. El Real Betis no había logrado ganar la categoría Sub 18 en 12 años. Nuestra cantera no era de las favoritas, pero demostramos que somos un buen equipo. Mejoramos mucho y dimos lo mejor de nosotros en cada partido. Finalmente somos los campeones”, destacó.
Para Joshand, la principal enseñanza que le ha dejado toda esta aventura lejos de su patria es que con Dios todo es posible, y trabajando con esfuerzo y dedicación todo se puede lograr. No importa de dónde seas o de dónde provengas. Los sueños se pueden cumplir con dedicación y ganas de salir adelante.
“Al estar solo aprendí a cocinar rice and beans y mis compañeros, que son de diferentes partes del mundo, lo han probado y han dicho que les gustó, especialmente a los africanos. Las especias las llevo desde Costa Rica cuando voy de vacaciones y todo lo demás lo compro en España. También aprendí a cocinar el atol de plátano y me dicen que me queda bien”, confesó.
“Tuve que ponerme serio a la hora de entrenar y aprovechar el tiempo entre el estudio y las prácticas. En el Betis, entrenamos cuatro veces a la semana la parte física. Cada uno tiene un plan personalizado en todas las actividades que hacemos y necesitamos. Poco a poco vamos mejorando con la ayuda de los fisioterapeutas que nos ayudan a explotar nuestras cualidades”, reiteró.