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Hatillo
Para la defensa Deyquelin Rodríguez y la delantera Elizabeth Lanza, prepararse de cara a los Juegos Nacionales fue casi una travesía, ya que para salir de su casa en Tortuguero deben viajar en bote por casi una hora y media, y otros 90 minutos en autobús.
Ellas participan por primera vez en Juegos Nacionales y lo hacen en la disciplina de fútsal, en la que representan a Pococí.
Desde un mes antes de los Juegos tenían que hacer ese viaje todos los sábados, en el que perdían seis horas solo en los traslados de su casa al lugar de entrenamiento, ida y vuelta.
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"Tenemos que viajar desde Tortuguero a Pavona en bote, que es una hora y media; después de ahí vamos en bus a Cariari y ahí tomamos otro bus a Guápiles", cuenta Rodríguez.
El viaje no está exento de peligros, especialmente porque usualmente salen en el bote de las 5 a. m.
"Ahorita que está lloviendo en Tortuguero el río se rebalsa y se hacen muchos remolinos. A veces los botes son muy pequeños, entonces se pueden volcar" asegura Lanza.
No solo la distancia es una dificultad para las jóvenes, sino también el costo de los pasajes, ya que entre el bote y los dos buses deben pagar ¢6.400 por la ida y lo mismo por la vuelta.
"Hubo un viaje que no lo pudimos hacer, el primer entrenamiento, no pudimos salir por un asunto económico, ya después fue que el Comité Cantonal de Deportes que nos ayudó y así es que entrenamos ahora", explicó Lanza.
La ilusión por jugar fútsal y por participar en las justas nacionales fueron más grandes que las dificultades para prepararse con su equipo.
"Uno a veces se cansa, pero si a uno le gusta lo que hace, debe hacer el esfuerzo para lograrlo", agregó Lanza.
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Problemas de inscripción. Ambas muchachas viven una mezcla de sentimientos: por un lado la ilusión de participar en los Juegos Nacionales y por otra parte la tristeza de no poder debutar debido a un problema en sus credenciales.
El lunes, antes de lo que sería su debut en las justas, los árbitros no les permitieron jugar por un error del Icoder, que intercambió sus fotos en los credenciales.
"Me sentí mal porque sí quería jugar, pero ni modo, resignarse a esperar que lo arreglen", reconoció Rodríguez, quien esperaba que le solucionaran el problema este martes.
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