En la Federación Costarricense de Ciclismo (Fecoci) consideran que la Vuelta a Costa Rica tendrá una mayor importancia este año, pues su evento cinco estrellas se convierte en una opción para reactivar la economía de los pueblos tras la crisis provocada por la covid-19.
Según el vicepresidente de los pedales ticos, Javier Munich, antes de que la pandemia del nuevo coronavirus se manifestara en el país, la Fecoci ya tenía un amarre con las comunidades para lo que será la edición 2020.
“Eso es porque las primeras negociaciones con las municipalidades surgen en la propia Vuelta a Costa Rica. Por ejemplo, en las etapas del 2019, los alcaldes se sentaron con los directivos al estar complacidos con lo que se ha hecho y de una vez le solicitan a la Federación que quieren etapa para la Vuelta del próximo año”, explicó Munich.
Con esa negociaciones, indicó que ya contaban con la propuesta de ocho municipalidades del año pasado.
“Se nos vino la pandemia y todos guardamos el debido confinamiento que nos asignaron y una vez que empezaron a reactivarse las actividades en las municipalidades, nosotros empezamos a tocar la puerta de las que teníamos conversaciones avanzadas y de esas ocho municipalidades, en este momento hay siete que nos manifiestan un absoluto interés en seguir adelante”, reveló.
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Belén, Santa Bárbara, Pacayas, Paraíso, Puntarenas, Esparza y Liberia son los cantones interesados en recibir a la caravana.
Munich piensa que los alcaldes ya han tenido la experiencia de ver cómo una inversión que califica de ‘pequeña’ genera un alto impacto social y económico.
“Ellos en estos momentos y con algún esfuerzo de mercadeo de la Federación van viendo que realmente es una inversión que tiene mucho valor, porque una etapa de Vuelta en un día que se queda en una comunidad, con estudios de mercadeo hechos por las mismas municipalidades, inyecta en ese municipio anda entre los ¢40 millones y ¢60 millones”.
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Manifestó que ese dinero ingresa por conceptos de hospedaje, alimentación de la caravana, el turismo y los medios de prensa que también se mueven en esas comunidades.
“Hay algunas municipalidades que están viendo en eso el inicio de su temporada turística, el gran impulso que esto le dará al comercio de su comunidad. Yo creo que el panorama es muy bueno, el ciclismo tiene posibilidades de cerrar muy bien el año y ayudarle a los pueblos”.
Presupuesto
Munich asegura que en la Fecoci están conscientes de que no es tiempo de compromisos económicos grandes de parte de las autoridades.
“Sería irresponsable por todo lo que ellos tienen encima, pero sí nos han manifestado darnos todo el apoyo que les sea posible”.
Explicó que el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder) le gira un presupuesto a la Federación que es para el desarrollo de toda la infraestructura y calendario en el año.
“Realmente no alcanza para cubrir las necesidades a como se quisiera, pero está el presupuesto extraordinario y por la naturaleza del evento que es en diciembre y el presupuesto del Icoder tiene que ser liquidado al 31 de diciembre, eso nos ha ayudado a que en algunos años hemos logrado obtener un presupuesto extraordinario de ¢20 millones o ¢25 millones que el Icoder nos lo asigna específicamente para la Vuelta”.
Añadió que eso los ayuda y que esperan que sea así para este año, sin tener la certeza de que eso suceda.
“Pero hay que ser optimistas, si no se empieza a programar y si no hay ilusión, si no hay positivismo, no se hace nada”.
Trazado diferente
El directivo también explicó que este año se debe tener mucho cuidado con la programación de la Vuelta.
“Los ciclistas no van a llegar con el fondo requerido como lo tendrían si hubiesen estado todo el año corriendo. Por algunas otras situaciones será importante pensar que algunas de las etapas deberían ser más cortas, una Vuelta un poco menos dura que la de los otros años”, indicó Munich.
Aclaró que esa opción de recortarle kilómetros a las largadas no es solo por la pandemia.
“Yo no lo habría vislumbrado por lo del contagio del virus, porque para contagiarse es un mal momento que se tenga en cuestión de cinco minutos. Si los ciclistas van a estar juntos media hora, una hora o tres horas, me parece que al final de cuentas el riesgo puede ser el mismo”.
Empero, considera que sí beneficiaría para implementar el protocolo que se pretende.
“Se les tomará la temperatura a los muchachos, antes de la salida asegurarnos de que no tienen ningún síntoma y otras reglas que estarán documentadas en los protocolos que se le estarán presentando al ministerio del Deporte”.
¿Y los extranjeros?
Como la Vuelta está catalogada como un evento de clase 2.2 por la Unión Ciclista Internacional (UCI), la Fecoci está en la obligación de proporcionarle a los equipos extranjeros el hospedaje, la alimentación, un vehículo y combustible para desenvolverse en la competencia.
“No es exigencia dar los pasajes aéreos, pero para poder atraer equipos competitivos, de calidad, todos los años la Federación destina un presupuesto para tiquetes aéreos y lograr traer un buen equipo de Colombia, el caso de Ecuador del año pasado, o el Canel’s de México que tiene años de visitarnos y que siempre es protagonista”, citó Munich.
El Canel’s ya avisó a la Fecoci que estará en la Vuelta, “sea como sea, sea que demos o no pasajes y hay otro equipo de Colombia que también”.
Varios equipos continentales tenían presupuesto para todo el año, pero por la covid-19 están sin competir.
“Eso los hace interesarse en tener una recta final de año muy fuerte para poder retribuirle a sus patrocinadores la inversión y tienen un presupuesto que gastar. Esto nos puede traer un beneficio de que al final, a pesar de todas estas circunstancias, logremos tener una buena participación, con equipos extranjeros de calidad”.
Según el calendario, la Vuelta a Costa Rica está programada del 16 al 25 de diciembre. El próximo 26 de mayo habrá una reunión para definir el recorrido oficial.