El sueño de la mamá fue heredado a su hija y entre ambas lo hicieron realidad.
Luciana Alvarado Reid consiguió la medalla de bronce en el Panamericano de Gimnasia Artística que se efectuó en Río de Janeiro, al sumar 50.833 puntos.
Con eso, la costarricense de 18 años obtuvo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Al igual que sucede en el atletismo con la velocista Andrea Vargas y la marchista Noelia Vargas, quienes son dirigidas por su mamá, Dixiana Mena; Luciana también cuenta con la fortuna de tener como entrenadora a su mamá, Sherlly Reid.
“La mamá fue gimnasta, cuando era adolescente compitió en varios países y luego se convirtió en entrenadora, abrió su propio gimnasio y las hermanas de Luciana también fueron gimnastas. Es que hay mucha presión, cuando la mamá entrena a la hija es más exigente, pero Lucy tiene la ventaja de que es muy tranquila, paciente, sabe canalizarlo y ahí siguen, triunfando”, expresó a La Nación el papá de Luciana, Alejandro Alvarado.
Él manifestó que no encuentra las palabras exactas para describir lo que siente, pero lo resume en un orgullo inmenso.
“Es algo que ella se lo ha ganado. Eso fue lo primero que le dije cuando conversamos de que le había ido muy bien y todavía tenía que esperar algunas competidoras muy buenas. Yo le dije: ‘Luciana, usted simplemente esto se lo merece’. Y todo le salió perfecto, me dijo que le salió muy bien. Inclusive, tuvo un mejor puntaje que una de las mejores brasileñas, que era una de las favoritas”.
Luciana le contó a su papá que una mexicana casi la alcanza, pero no pasó por unas 400 centésimas.
“México es una potencia y me siento increíblemente orgulloso. Es algo increíble también para la historia de Costa Rica, que es un logro impresionante, porque usted sabe el nivel impresionante que hay a nivel panamericano. Todo salió como quería, es el sueño de ella y de la mamá, que siempre anheló ir a unos Juegos Olímpicos y lo consigue al entrenar a la hija”.
Este logro no es solo familiar; también es un triunfo para la gimnasia tica, que durante años ha tenido exponentes muy talentosos, como Karina Regidor y Tarik Soto.
Pero es Alvarado quien logró dar el paso y poner a Costa Rica por primera vez en unos Juegos Olímpicos.
En este video podrá ver su participación:
“Lucy fue el año pasado al Mundial en Alemania y le fue muy bien, pero tuvo una caída, eso provocó que no clasificara de una vez. Este Panamericano se hizo porque quedaban dos campos. Si no se hubiera hecho este evento por lo de la covid-19, aunque no era oficial, estaba clasificada, porque tenía el primer campo”, relató el papá.
Ella empezó en la gimnasia desde que tenía dos años y las rutinas cada vez son más exigentes.
“Es impresionante, entrena seis horas diarias. El proceso fue aumentando, porque al principio entrenaba solo cuatro días a la semana y subió a cinco, hasta que solo tiene un día de descanso y es durísimo. A ella le encanta, porque yo le preguntaba si estaba cansada, me decía que le gustaba competir y es muy tranquila y disciplinada”, detalló.
Hoy él cae en cuenta de que todos los sacrificios valieron la pena, como el momento en el que decidieron que era mejor que recibiera clases de una manera distinta.
“Sacó el bachillerato a distancia, con tutorías. Lo que pasa es que en el segundo año del colegio tuvo que escoger, porque tenía que salir a competir hasta cinco veces al año y se perdía. Eso la frustraba mucho. Ahora está haciendo generales en la Uned. Ella es muy responsable y no ha querido dejar el estudio para nada”, comentó.
Insiste en que verla clasificada a los Juegos Olímpicos es una proeza.
“En el país ha habido gimnastas muy buenos, talentosos, pero es que el nivel de competencia y de perfección es tan alto que es difícil. A ella le encantan las barras asimétricas y la viga, aunque también le gusta el piso y el potro”.
Los Juegos Olímpicos serán del 23 de julio al 8 de agosto.
“Ya están muy cerca y mejor, porque irá bien fogueada”, finalizó el papá de Luciana.