El británico Mark Cavendish se impuso al esprint en la décima etapa del Tour de Francia, con final este martes en Valence, y logró su triunfo 33 en la ‘Grande Boucle’, quedando a solo un gane del récord absoluto de la leyenda belga Eddy Merckx.
Tras el veterano velocista del equipo Deceuninck-Quick Step, que a sus 36 años suma su tercer triunfo parcial en este Tour, se clasificaron los belgas Wout van Aert (Jumbo) y Jasper Philipsen (Alpecin), en una jornada sin cambios en la clasificación general, que sigue liderada por el esloveno Tadej Pogacar (UAE).
En las cuatro llegadas masivas hasta ahora del Tour, Cavendish se impuso en tres y en la otra no pudo tomar parte porque se había caído. El ciclista, que parece estar viviendo una segunda juventud después de estar cerca de abandonar el ciclismo al final de la pasada temporada, volvió a confirmar su objetivo de llegar hasta París y pelear por igualar y superar el récord de Merckx. Oportunidades no le faltarán, puesto que hasta París quedan cuatro etapas llanas propicias a una llegada masiva.
Gran parte del mérito del esprínter británico, no obstante, recae en el equipo Deceuninck, que siguió al pie de la letra el manual de esta especialidad ciclista, con cuatro hombres llevando en volandas a Cavendish, incluido el campeón del mundo, Julian Alaphilippe, hasta que a falta de 200 metros para la meta el nativo de la isla de Man dio la puntilla a sus rivales, pese a que Van Aert se quedó cerca de haberle podido remontar.
“Yo no hice nada, mi equipo lo ha hecho todo”, declaró con humildad tras la etapa, destacando que su equipo “hace las cosas como dicen los manuales ciclistas”.
Cavendish, que lidera la clasificación por puntos, insistió en que “la prioridad” es llegar a París para seguir sumando triunfos parciales. “No corro para ganar el maillot verde, sino por sumar etapas”.
En una jornada muy tranquila, donde los únicos sobresaltos se produjeron ya a 20 kilómetros de Valence por los abanicos provocados por el viento y que durante unos kilómetros partieron el pelotón en varios grupos.
Ninguno de los que luchan por la general se vio cortado, Pogacar mantiene su maillot amarillo de líder con 2:01 de ventaja sobre el australiano Ben O’Connor (AG2R) y 5:18 al colombiano Rigoberto Urán (EF), que aguanta en el podio provisional.
De salida, el belga Tosh Van der Sande (Lotto Soudal) y el canadiense Hugo Houle (Astana) se escaparon del pelotón y llegaron a contar con 5 minutos de ventaja, pero el equipo Deceuninck no iba a dejar que ninguna fuga pudiera arruinar la posibilidad de que Cavendish pudiera anotarse la victoria al esprint.
Los escapados, no obstante, aguantaron hasta que quedaban 35 kilómetros para la meta.
El miedo a que el viento pudiese romper el pelotón y que alguno de los aspirantes al podio pudiese verse cortado, hizo que los equipos con aspiraciones tomasen las primeras posiciones del grupo principal.
Los temores se confirmaron a falta de 16 kilómetros, cuando el ritmo imprimido por el Deceuninck partió el pelotón en varios grupos, que se volvieron a unir 10 kilómetrs más adelante, pero a la escuadra belga aún le quedaron fuerzas para organizar un esprint en el que Cavendish no falló.
El miércoles, los corredores afrontarán una inédita doble subida al mítico Mont Ventoux, en una etapa de 198,9 kilómetros de recorrido entre Sorgues y Malaucène, donde estará instalada la meta después de 22 kilómetros de vertiginoso descenso tras coronar el ‘Gigante de la Provenza’ por segunda vez.